“El caso cayó en las opiniones: unos piensan una cosa y otros piensan otra. El caso cayó en la grieta y son todas opiniones. Ya las opiniones no tienen mucho valor, ni de un lado ni del otro. Lo que tiene valor es lo que ya está probado en el expediente. Después de 5 años hay mucho probado y las opiniones son un atraso. Sabemos que los de Nisman fue un suicidio y está probado en el expediente. Hay gente que por una cuestión política no lo va reconocer nunca”, comenzó diciendo el periodista Pablo Duggan, autor del exitoso libro “¿Quién mató a Nisman?”, a cinco años de la muerte del fiscal de la causa AMIA, Natalio Alberto Nisman, ocurrido un domingo 18 de enero de 2015.
En diálogo con “CAGL Entrevista” por la FM 96.7 de La Plata, Pablo Duggan seguidamente señaló: “Para seguir vendiendo la fábula de que fue un asesinato cuentan con la complicidad de dos malos funcionarios: el fiscal Taiano y el juez Ercolini que se dedican a seguir inflando la mentira del asesinato en la causa judicial en lugar de decirle la verdad a la gente”
“Hay intereses políticos muy claros, muy poderosos. -prosiguió- Cambiemos construyó su campaña electoral 2015 en base a la mentira del asesinato y eso no es poca cosa”.
“Eso lleva a que esa mentira haya que sostenerla y eso es precisamente lo que están haciendo Taiano y Ercolini, algo que están haciendo muy bien, aunque después de tres años de investigación y no conseguir ningún resultado cada vez están más complicados. Esa mentira también la sostienen Clarín y La Nación, algunos (periodistas) de Infobae y América… Eso hace que nunca vayan a reconocer la verdad”, amplió Duggan.
Puntos de por qué es suicidio y no asesinato
“El primero, contrariamente a lo que se dijo, sí hay restos de deflagración en las manos de Alberto Nisman, lo que prueba que disparó el arma; la autopsia demuestra que no hubo terceras personas involucradas, no hubo amarres, ni ataduras, no presentaba lesiones defensivas, no hubo golpes ni lesiones fuera del disparo en la cabeza; las pericias de las manchas de sangre demuestran que había salpicaduras para los cuatro costados", indicó Duggan y continuó: "Nisman estaba solo, con las puertas cerradas, parado frente al espejo y tomando el arma con las dos manos. El cuarto estaba cerrado con llave desde adentro, la puerta de entrada tenía un pasador imposible de abrir desde afuera y la puerta de servicio tenía dos cerraduras, una cerrada y otra con la llave puesta. No se sabe cómo entraron ni como salieron (los supuestos asesinos), ya que el cuerpo de Nisman estaba apoyado sobre la puerta del baño impidiendo la entrada, es decir que no había manera de entrar o salir y dejar el cuerpo de esa manera lo mismo que entrar sin modificar los patrones de sangre. Todo esto demuestra con contundencia que fue un autodisparo”.
Buscar la verdad
“El libro lo escribí por una razón muy rara y pasada de moda: buscar la verdad por fuera de la grieta. Me importaba un carajo si era asesinato o suicidio. Tenía ganas de saber la verdad, me daba bronca que la sociedad no supiera la verdad. Descubrí la verdad que está clarísima en el expediente, ya que es un caso clarísimo, pero también descubrí que mucha gente no quiere saber la verdad, que la verdad le importa un carajo y solo quieren llevar agua para su molino político”, contó Pablo Duggan por las motivaciones porque escribió “¿Quién mató a Nisman?”.
Series y documentales
“No le tengo mucha fe sinceramente al documental de CNN sobre Nisman. La de Netflixestá bien, para mí debería decir concretamente que fue un suicidio. Prefirieron dejar un final abierto. La serie que cree en el asesinato está muy enojada con esa serie, pero me da que pensar que entrelíneas están diciendo que fue un suicidio”, consideró el periodista conductor del canal de cable C5N.
“Una de las veces que Justin (Webster el director de la serie de Nisman en Netflix) vino a grabar me contó lo que pensaba y lo que le había pasado. Vino a la Argentina poco después de la muerte de Nisman la política argentina había asesinado un fiscal, como el kirchnerismo había asesinado un fiscal, le pareció una historia interesantísima. Y se encontró con gente que la decía que Nisman había sido asesinado y que lo mandó a matar gente de Cristina (Kirchner). Cuando hacés un documental o un libro necesitás las pruebas y cuando las pedía, no las encontraba. ‘¿La autopsia qué dice, que lo ataron y después lo remataron…?’…’No, no dice eso…’. ‘¿Y la pericia de las manchas de sangre mostraba huellas de otros…?’ No, no dice eso… ‘¿Y la casa estaba toda revuelta, con signos de pelea…?’ No, no, la casa estaba perfecta… ¿Y estaba volada la cerradura...? No, no… Todas esas preguntas se hizo Justin Webster y al no encontrar respuestas no encontró pruebas de asesinato. Cualquier persona que no es un fanático, se da cuenta en dos minutos que fue un suicidio y no un asesinato. Solo los macristas no lo pueden tolerar esa verdad, cualquier persona independiente no tiene reparos en admitir el suicidio”, completó Duggan.
¿Por qué se suicido?
“No sé por qué se suicidó Alberto Nisman. Sí sé lo que le pasaba a Nisman en el expediente judicial. El viernes él le dice a (Sandra) Arroyo Salgado que estaba mal. Porque en los cuatro días entre que presenta la denuncia contra Cristina la denuncia fue destruida, porque era una mentira, una falsedad. No llegaba ni siquiera a constituir una denuncia porque sostenía algo que era imposible que pasara, como levantar las alertas rojas. Además, el memorándum con Irán ni siquiera había entrado en vigencia. No existe el delito, no hay hipótesis de delito en esa denuncia”, sostuvo el reconocido periodista y apuntó: “ Nisman decía que el encubrimiento era para levantar las alertas rojas, algo que nunca pasó, y encima el memorándum de entendimiento fue declarado inconstitucional, nunca entró en vigencia y el parlamento iraní nunca lo ratificó. Todo era mentira. Por otra parte, Nisman tenía su historia de corrupción y vida siniestra, se le acababa la impunidad, el poder, el dinero, las chicas… Alberto Nisman terminaba preso, esta es la verdad, y ante eso se suicidó. Otra persona por ahí le ponía el pecho a la situación, él no y terminó suicidándose”.
Cuando la mentira es la verdad
“¿Quieren saber la verdad?, en el libro está y no porque yo lo haya escrito o descubierto: la verdad está en el expediente. ¿Quieren seguir creyendo otra cosa, porque son anti K o macristas furiosos?, nadie lo va a impedir. Además, por ahora, la Justicia avala la mentira. Más adelante no sé”, concluyó Pablo Duggan, autor de “¿Quién mató a Nisman?”.