A pocos días del estreno de “Escuela bomba: dolor y lucha en Moreno”, las autoridades del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA) decidieron suspender la proyección del documental realizado por el Departamento de Educación de la Universidad Nacional de Luján. El largometraje, dirigido por Juan Mascaró y producido por Javier Di Matteo y César Ipucha, narra la tragedia del año pasado en la Escuela Nº 49 “Nicolás Avellaneda”, que terminó con la vida de Sandra Calamano y Rubén Rodríguez, vicedirectora y auxiliar de la institución respectivamente.
La noticia trascendió horas después de que los Directores Argentinos Cinematográficos difundieran un duro comunicado sobre la crítica situación que atraviesa la industria nacional del cine a causa de las medidas implementadas por el gobierno de Cambiemos. Sin embargo, las autoridades del INCAA se limitaron a dar declaraciones protocolares y salieron a justificar la medida alegando que “la película no fue producida por el Instituto de Cine”.
Con una comunidad educativa sobrepasada por un maremoto de sentimientos que se cuelan por cada poro y revientan sobre las heridas del pasado reciente, la ola de repudios inundó las redes sociales y algunos pocos medios radiales y gráficos dieron lugar a la difusión del hecho. “Este largometraje documental pone sobre la mesa un tema incómodo: la desinversión y el desinterés por la escuela pública en la Provincia de Buenos Aires y en todo el país, que se cobró dos vidas”, respondieron los realizadores a través de un comunicado.
Tanto los productores y realizadores del film como la Asociación de Documentalistas de Argentina (DOCA) se comprometieron a proyectarlo de todas formas, ahora sin permiso, en la puerta del mítico Cine Gaumont, ubicado frente a la Plaza de los Dos Congresos.
A dos años de la desaparición forzada de Santiago Maldonado y a uno del primer aniversario de la tragedia de Moreno, un numeroso grupo de estudiantes, docentes y familias asistió a una nueva jornada de lucha. “La convicción de que somos tod@s merecedores de condiciones dignas y seguras para aprender y enseñar nos guía en los pasos que estamos y seguiremos dando”, concluyeron.
(gritodelsur)