Vecinos presentaron un recurso de amparo por considerarla "ilegítima"
Villa 31, CABA: conflicto en puerta por la mudanza forzosa de 1400 familias del bajo autopista
LA PLATA, 07-06-2019 | PUBLICADO POR REDACCIÓN
La relocalización de las 1400 familias que viven en el sector bajo autopista de la Villa 31 hacia el complejo de viviendas "YPF" estaba prevista para principios de este mes. Sin embargo, la falta de garantías sobre el valor real de las nuevas viviendas a adjudicarse motivó la presentación de un amparo para frenar el traslado y exigir el cumplimiento de la normativa vigente.
La Mesa de Urbanización Participativa y Rotativa del Barrio Carlos
Mugica presentó ayer un recurso de amparo que busca suspender la mudanza
forzosa de unas 1400 familias que viven debajo de la traza de la
Autopista Illia “hasta tanto no se cumplimente con las instancias de
consenso, decisión y participación de los vecinos del Barrio”, según
reza el escrito que ya cursa en el despacho de la jueza en lo
Contencioso Administrativo María Elena Liberatori. La medida busca
resistir las intenciones de la Subsecretaría de Integración Social y
Urbana (SECISYU), que conduce el ex CEO de Sushi Bar Restó, Diego
Fernández, de comenzar durante los primeros días de junio la
relocalización de esas familias hacia el complejo de viviendas estatales
del barrio YPF.
Las familias y referentes que forman parte de la
Mesa de participación rechazan la mudanza por considerarla “ilegítima”,
en tanto el gobierno porteño no consiguió el consenso del Consejo de
Gestión Participativa (CGP), que reúne la voz de consejeros electos del
barrio y representantes de distintas instituciones de la Ciudad como la
Defensoría del Pueblo, además del Ejecutivo.
Esta presentación
judicial llega en un contexto de creciente desconfianza hacia la
administración de Horacio Rodríguez Larreta, luego de que la tan
promocionada urbanización de la Villa 31 y 31 bis no haya rendido sus
frutos hasta el momento. Por el contrario, las sospechas de corrupción a
partir de la cuantiosa deuda externa que el GCBA tomó en nombre del
barrio -casi 200 millones de dólares del Banco Mundial- para realizar
obras aún invisibles y la posibilidad de quedarse sin vivienda propia en
el corto plazo resuenan en las diferentes asambleas como los
principales motivos de un descontento que se ha acelerado a pasos
agigantados entre finales de 2018 y los primeros meses de este año.
La
Mesa cuenta con el apoyo de varios legisladores de la oposición, entre
ellos Paula Penacca, Mariano Recalde, Gabriel Solano y Victoria
Montenegro, presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de la
legislatura. Un grupo de ellos visitó a fines de mayo la zona del bajo
autopista para interiorizarse sobre las deficiencias que arrastra la
urbanización del barrio.
La flamante denuncia, patrocinada por la
ONG Nace un Derecho, plantea suspender en un plazo de 48 horas toda
situación de traslado y respectiva adjudicación de inmuebles en el
barrio YPF “hasta tanto no se cumplimente con las instancias de
consenso, decisión y participación de los órganos competentes y de los
vecinos del Barrio en cada uno de los actos y hechos que implican y/o
conllevan el proceso de relocalización que se procura ilegítimamente
implementar”. Dentro de las instancias participativas que están
previstas en la ley 6129, se inscribe el Consejo de Gestión
Participativa (CGP) del proceso de reurbanización del barrio Carlos
Mugica. Sin embargo, estas mesas de trabajo -necesarias para garantizar
el derecho a la información de los vecinos y las vecinas a reubicar- han
brillado por su ausencia. Otra de las falencias que denuncia el escrito
se relaciona con el costo y la forma de pago de las nuevas viviendas,
puesto que el gobierno porteño “persiste en no informar el valor de cada
uno de los inmuebles que habrán de adjudicarse a los eventuales
beneficiarios”. Al mismo tiempo, si bien en el bajo autopista residen
actualmente unas 1400 familias, las viviendas a realizarse son 1044 y
“el Gobierno tampoco ha informado cuáles son las familias
beneficiarias”.
Héctor Guanco, quien aparece como denunciante y
se desempeña como referente barrial de la Mesa Participativa y Rotativa,
sostuvo que “esto no pasó por la CGP -donde se deben discutir
relocalizaciones, infraestructura y apertura de calles- y, por lo tanto,
no hay claridad ni garantías de nada. En esta relocalización que quiere
hacer el Gobierno de la Ciudad, hay una violación de los derechos
humanos. Por eso el bajo autopista no se relocaliza hasta que los
vecinos no tengan bien en claro cuánto van a pagar”. Por su parte, una
de las vecinas afectadas, Lesli Rojas, agregó que “muchos no quieren ir
porque no les gusta la forma de construcción de las viviendas: toda la
parte externa de las paredes es de chapa, el piso es alisado y no tiene
cerámica y a los que vivimos en el bajo autopista no nos hacen una
tasación de nuestras casas con todo lo que invertimos. Además nos están
dando una escritura que no garantiza que vaya a ser para el vecino, dado
que en caso de deber tres cuotas se entra en un registro de morosidad y
ya te aumentan los planes de pago. A la vez, tenés el riesgo de que te
rematen la casa, es decir, esto iría en contra de las leyes 6129 y
3343”.
“Lo que hace esta escritura es prácticamente sacarte de tu
casa”, alertó Lesli Rojas. Precisamente, en un documento titulado “La
Secretaría te miente”, la Mesa de Urbanización Participativa y Rotativa
asegura que la escritura entregada a los vecinos “en ninguna parte da
garantías de que nadie puede sacarte tu vivienda. Le da poder absoluto a
la Secretaría sobre tu vivienda (…) y está armada para beneficiar a
futuros negocios inmobiliarios”. Por otra parte, la organización barrial
exige que el metro cuadrado de las viviendas no supere el valor de
$3037, dado que la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE)
tasó a ese precio las tierras del barrio, pero “ahora la Secretaría
quiere que paguemos 20 mil pesos por metro cuadrado”, según reveló Lesli
a este medio. (gritodelsur)