Cientificidio calculado
Brutal ajuste en el CONICET
LA PLATA, 11-04-2019 | PUBLICADO POR REDACCIÓN
Luego de que se conociera el recorte de más de 2 mil becas para
investigadores e investigadoras del CONICET, les afectades convocaron a
una jornada nacional de lucha que tuvo lugar en el Polo Científico.
"Están asesinando la ciencia", aseguraron.
En el día del trabajador y la trabajadora de la Ciencia y Tecnología,
los científicos y las científicas del CONICET realizaron una jornada
nacional de lucha que tuvo su epicentro en el Polo Científico de la
Ciudad de Buenos Aires y se replicó en distintas partes del país. El
reclamo por el recorte presupuestario y la situación de
desfinanciamiento que viene afrontando el área de ciencia y tecnología
desde el 2016 se intensificó el último viernes 5 de abril, cuando se
conocieron los resultados de los ingresos anuales al CONICET. Con un
cupo de tan sólo 450 ingresantes, 2100 científicos y científicas se
quedarían sin percibir su beca. Este recorte que denominaron
“Ciencificidio” -en las propias palabras de les despedides- atenta
contra la investigación científica y no coincide con el Plan Argentina
Innovadora 2020, que postula que el organismo debía contar con 1251
plazas anuales.
La jornada de lucha contó con un homenaje a Dante
Iede -científico detenido desaparecido en la última dictadura
cívico-militar- y una olla popular bajo el lema “la ciencia sigue
estando bajo la linea de la pobreza“. Mientras les investigadores en
asamblea llevaban las bandejas descartables y los más afortunados
sopeaban el pan, referentes sindicales ingresaban a la reunión con las
autoridades.
Les trabajadores del CONICET reclamaron la
efectivización de los trabajadores de las carreras de investigación y el
cumplimiento de las licencias por enfermedad y maternidad. Además
denunciaron la desfinanciación de los institutos de investigación y el
hermetismo respecto a los criterios de evaluación con los cuales se
designan las becas. Al mismo tiempo resaltaron la importancia de seguir
insistiendo en la calidad de trabajo -y por lo tanto en los derechos
laborales- que conlleva la investigación científica.
En ese marco,
exigieron respuestas de la Comisión Directiva del organismo y pidieron
la renuncia del secretario de Ciencia y Técnica del Ejecutivo nacional,
Lino Barañao.
“Este recorte tiene responsables políticos con
nombre y apellido y el principal responsable es Mauricio Macri y el FMI.
Pero también tiene responsables dentro del propio CONICET. Los miembros
del directorio firmaron una vez más el despido de 2100 compañeros sin
que se les mueva un pelo, del mismo modo que en la mesa de becarios de
la semana pasada nos dijeron que rechazaban nuestro proyecto para que
los becarios tuviéramos verdaderas licencias por enfermedad porque no
éramos trabajadores. Yo me pregunto: ¿Qué hubiese pasado si el
directorio no hubiera firmado esos despidos?”, dijo por el micrófono
Lucila Durso, delegada de “Jóvenes Cientificxs Precarizades”. “Nosotres
convocamos hoy porque era el día del Trabajador y la Trabajadora de
Ciencia y Tecnología, pero también porque se tenía que reunir el
directorio. Sin embargo, hace un ratito bajaron a decirnos que
casualmente el directorio resolvió todo el día de ayer y hoy no se tuvo
que reunir. Lo que están haciendo es retroceder frente a una
movilización que se preveía masiva. Desde Jóvenes Cientificxs
Precarizados queremos una instancia de negociación específica para que
las autoridades den una solución a todos los compañeres que se quedan en
la calle el mes que viene”, continuó Durso.
Nahir es becaria
posdoctoral del Conicet y trabajadora del ITANOA, y forma parte del
espacio “Becarios Empoderados”. La joven dijo a El Grito del Sur:
“Entendemos que, después de cuatro años de ajuste, hoy estamos en un
momento bisagra donde tenemos que decidir entre la continuidad de estas
políticas o un cambio con un Gobierno que apueste a la ciencia y la
tecnología como punta de lanza del desarrollo nacional. Con Macri no hay
desarrollo y sin ciencia no hay futuro”.
Por su parte, Gabriel
Bober, secretario general de ATE CONICET Capital, contó a este medio:
“Hay dos puntos fundamentales del reclamo. Por un lado, los 2100
compañeros que quedaron sin poder entrar al CONICET, lo que constituye
puertas abiertas para la emigración y el abandono de la actividad
científica, pero también el tema salarial. Hoy más del 60% de los y las
trabajadores y trabajadoras del organismo tiene un salario que no llega a
cubrir la canasta básica de la línea de pobreza. Los becarios en su
totalidad están bajo la línea de la pobreza y en situación de
inestabilidad laboral donde no se respetan sus derechos laborales porque
no tienen obra social para su familia, no tienen aguinaldo, no tienen
continuidad y podría seguir con los etcéteras”. (gritodelsur)