El movimiento
antivacunas elevó una petición en Change.org por el no reconocimiento de
la autoridad de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y del Estado
Nacional, que da carácter obligatorio al calendario de vacunación a
nivel nacional. Y es que en diciembre pasado, el Senado aprobó por
unaminidad una nueva ley de vacunación, que fue promulgada el 4 de enero
último, en reemplazo a la legislación vigente desde la última
Dictadura. La Ley Nº 27.491 fue iniciativa del diputado tucumano del
partido justicialista, Pablo Yedlin.
La actual ley tiene como
objetivo establecer la vacunación de interés nacional, además de
garantizar la gratuidad de los servicios y la equidad para todas las
etapas de la vida. La ley destaca la importancia de tener el Calendario
Nacional de Vacunación para “el ingreso y egreso del ciclo lectivo,
realización de exámenes médicos, renovación y trámite del DNI y licencia
de conducir, pasaporte, residencia, asignaciones universales y
certificado prenupcial”. Si bien, no es condición necesaria para seguir
con la realización del trámite, será obligatorio comunicar al paciente
cómo y dónde acceder a las vacunas, que según el Ministerio de Salud de
la Nación son de carácter obligatorio, universal y gratuito.
Según
el calendario de vacunación nacional, todo individuo mayor de cinco
años debe acreditar por lo menos dos dosis de la vacuna doble o triple
viral. A pesar de la gravedad del asunto, existen colectivos que se
manifiestan en contra del uso de los inyectables. Argentina sin Vacunas
se conforma como un colectivo, presente en las redes, pero que ha
logrado visibilización con acciones concretas.
El calendario y sus detractores
El
pasado 22 de enero, se congregaron los adherentes al movimiento
antivacunas en la Ciudad de Buenos Aires en la plaza del Congreso de la
Nación y en la Plaza Olivos de Córdoba, para dar a conocer su rechazo a
la nueva Ley de Vacunas y su obligatoriedad. Los argumentos esgrimidos
por este colectivo son los de la soberanía y el derecho de las personas a
velar por las decisiones sobre sus cuerpos y los de sus hijos e hijas.
Al mismo tiempo, consideran que elementos como el aluminio, el mercurio y
metales en general están presentes en las vacunas como causales de la
mayoría de los trastornos metabólicos y neurológicos. “Las dosis de
estos excipientes son ínfimas. Es ridículo pensar que puede traer
complicaciones. Además sirven para absorber el antígeno que querés
colocar en la vacuna”, explica Elena Obieta, jefa del servicio de
infectología del Hospital Municipal de la Ciudad de Boulogne y docente
universitaria.
La OMS estipula, además, que después del agua
potable, las vacunas son el elemento que más ha ayudado en la
prolongación de la vida humana. Allí radica principalmente su
importancia. “Vos con tu cuerpo podés hacer lo que quieras. Ahora, si
vos viajás por ejemplo y volvés con sarampión y tu hijo se muere por
contagiarle la enfermedad. El ser anti vacunas no tendrá respuesta ante
esto”, continúa Obieta.
“La gente se moría de polio, de tétanos, de
coqueluche en la guerra, y hoy son condiciones que ya no existen. Las
vacunas salvan vidas”, asegura Elena Obieta.
Argentina Sin
Vacunas se escuda gracias al proyecto Cal Oregon, financiado por la
Fundación Generation Rescue y controlado por padres de niños vacunados y
no vacunados. Según el estudio, 17.674 niños que atravesaron por estos
procesos, presentaron cuadros de Asma, Autismo, Trastorno por déficit de
atención y trastornos neurológicos. Sin embargo, Guillermo Benchetrit,
jefe del servicio de infectología del Instituto Lanari, recuerda: “El
New England Journal of Medicine ha sabido desmentir todas estas
posiciones en contra de las vacunas de médicos que eran reconocidos por
la academia”. Elvira, una vecina del barrio de San Isidro confiesa:
“Ahora estoy totalmente a favor de la vacunación obligatoria. De joven
tenía otra postura. Pensaba que los chicos sanos y bien alimentados no
la precisaban, o bien, no se enfermaban o se curaban fácilmente. Si bien
eso es correcto, no tenía en cuenta el impacto en los demás miembros de
la sociedad”.
Los portales considerados por la medicina
establecen que, por ejemplo, entre el 2000 y el 2008, la tasa de
mortalidad por Sarampión, descendió un 78%, según un estudio realizado
por la ONU en 2015. Un programa de vacunación, explica en New England
Journal of Medicine, ofrece un beneficio privado -prevención para una
enfermedad de una persona particular-, como un beneficio externo que
previene el contagio. Además agrega, que el provecho de una política
pública de vacunación, ha erradicado la viruela, por ejemplo, desde
1977, al igual que la Polio, que se encuentra ya eliminada en un 99%.
La
conexión, según la ONU, entre equidad e inmunización, es reconocida
como insumo fundamental de los derechos humanos más elementales. “En
países ricos como Alemania e Italia, el Estado se ha visto obligado a
sancionar a la población que no se vacuna económicamente, debido a una
mala educación y a los grupos antivacunas”, explica Benchetrit. “Además,
para eliminar una enfermedad, es necesario tener un 95% de la población
inmunizada”, concluye agrega. “La gente se moría de polio, de tétanos,
de coqueluche en la guerra, y hoy son condiciones que ya no existen. Las
vacunas salvan vidas”, asegura Elena Obieta.
La Argentina, según
datos de la OMS cuenta con 22 vacunas pertenecientes al Calendario de
Vacunación, superando así al Reino Unido, que cuenta con 16. El país se
encuentra dentro de los países con el servicio más amplio de
inmunización del mundo. La posición de la Sociedad Argentina de
Inmunología es clara. Con respecto al proyecto presentado en 2017 por la
diputada Paula Urroz, de Cambiemos, que proponía tornar opcional la
vacunación, la máxima autoridad de inmunización se manifestó y dijo, en
compañía de la Fundación Huésped y la Sociedad Argentina de
Infectología: “El sólo hecho de que un niño pueda quedar desprotegido
por falta de vacunación representa un peligro social, ya que no sólo él
queda vulnerable, sino que también pone en riesgo a sus semejantes al no
contribuir a la inmunidad general de la población”.
“El sólo hecho
de que un niño pueda quedar desprotegido por falta de vacunación
representa un peligro social, ya que no sólo él queda vulnerable, sino
que también pone en riesgo a sus semejantes”, dijo Paula Urroz.
En
cuanto a consumos individuales se refiere, la potestad de contar con
más protección y acceder a vacunas combinadas existe: “Darse una vacuna
extra que no está contemplada o una combinada para darle un solo
pinchazo a tu hijo se puede hacer. Ahora bien, el Estado te ofrece la
posibilidad de la más amplia protección a nivel inmunológico”, describe
Obieta.
Existen casos de enfermedades que todavía no se ha
encontrado la forma inmunológica de tratarse mediante vacuna. Es el caso
del VIH, el dengue, que se conforman como virus muy cambiantes y
volátiles y que dependen de la reacción de cada organismo a la
enfermedad. “Siempre hemos estado a la vanguardia en ese sentido. No
estamos últimos, siempre estamos buscando sacar una nueva vacuna”,
declara Benchetrit, en sintonía. “Yo recuerdo que en la década del 60’,
la polio era epidemia. Y venían a vacunarnos a la escuela y nadie se
quejaba. Todos agradecíamos”, concluye Guillermo Benchetrit.
Vacunas que previenen brotes
En
sintonía con la sanción de la nueva reglamentación se reportaron casos
de enfermedades que se sabían casi extinguidas, según la máxima
autoridad sanitaria del país, en todo el mundo. Particularmente en 2018,
se registraron 12.000 casos de sarampión en toda la región europea. En
el continente americano, se dieron a conocer dos muertes en Venezuela y
Brasil a causa de esta enfermedad y 12 países registraron casos en todo
el área. Vale aclarar además, que según el ministerio argentino, entre
diciembre y enero de 2019, se han registrado más de 10.000 casos
confirmados en Brasil.
En este sentido, hay que remarcar, que la
Argentina ha logrado eliminar la circulación endémica del sarampión,
gracias a la vacuna doble o triple viral, y fue en el año 2000, el
último caso del virus de manera endémica en el país. Es por eso que se
ha elevado el alerta a los viajeros con respecto al brote y la situación
epidemiológica mundial en función del sarampión. La enfermedad afecta
en su mayoría a los niños y de no tratarse adecuadamente, puede llegar a
ser letal. Se caracteriza por tener fiebre alta, conjuntivitis, y
erupción en la cara y cuello.
Particularmente Italia ha sufrido,
desde el 2015 hasta la fecha, un auge y un crecimiento de los casos de
sarampión. De acuerdo a los datos de la OMS, cuatro personas murieron en
2017 a pesar de tener a acceso a una vacuna para evitar la enfermedad
de manera gratuita. Además, en noviembre del año pasado se registraron
ocho niños enfermos en Bari por esta patología, todo vinculado
directamente, a padres que se oponen a que sus hijos reciban vacunas.
(anccom)