Todos los fines de semana el espíritu del carnaval, inunda Abasto. Sucede cuando en la semana entera, las decenas de almas que integran la agrupación “Los pimpollos de los abuelos” ensayan sus bailes y cantos en la calle 212 entre 523 y 524.
La murga se formó hace dos años y desde entonces sus integrantes están ensayando para dejar lo mejor en la pista y cumplir sus expectativas. Su directora, Evangelina Ramona Vallejos, conocida como la “Ñeca”, contó que todo se realiza con mucho sacrificio. No tienen ningún tipo de financiamiento. Solo los ayuda el barrio y su gente. Venden espuma/nieve en aerosol pero igualmente no consiguen solventarse. No buscan lucro sino divertirse, bailar y crecer. Además dijo: “Después del baile los niños quedan exhaustos y todo transpirados. Sólo agua les puedo dar. A veces ni jugo”.
En su afán por transmitir al público lo que la murga le genera, “Ñeca” señaló: “Después de más de 15 años vuelve la murga, el baile y la diversión al pueblo. Es todo a pulmón. Juntamos telitas y lentejuelas para el colorido característico de este baile”. Siempre agradece a la gente que colabora. Todo para los chicos y la familia. Se apena porque es mucho esfuerzo diario y necesitan un respaldo. Ya que los platillos, los bombos y los redoblantes se los presta un vecino. Y la agrupación anhela tener sus elementos propios.
“Esta murga es algo familiar, algo de nuestro pueblo abastense. A este lugar vienen padres, madres, hijos y abuelos”, relató Rodolfo Sayas, es uno de los tantos referentes de“Los pimpollos de los abuelos” y corroboró lo dicho por “Ñeca”: “En la murga estoy con mis hijos y mi mujer. Es alegría, compromiso y una pasión que compartimos todos”, afirmó.
En la actividad ya son más de 60 personas que ensayan todo el año. Cuando llega febrero es mayor la intensidad. No cobran entrada, es gratis. Invitan a la gente a participar todos los días de 17 a 19 hs. Y también los días viernes, sábados y domingos a partir de las 21hs.
(Oeste Platense)
