Informe de la CORREPI

Récord represivo por gatillo fácil: un muerto cada 22 horas

LA PLATA, 07-01-2019 | PUBLICADO POR REDACCIÓN

La Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional (CORREPI) dio a conocer un adelanto del informe que cada año da cuenta de la represión estatal, y los números del 2018 son escalofriantes: el Estado, a través de la represión y la violencia institucional, asesinó durante 2018 a una persona cada 22 horas, aumentando una hora el promedio de 2017 y superando todos los récords de la democracia.


Aunque todavía no están los datos definitivos, en diálogo con María del Carmen Verdú, comentó que ya se puede afirmar que “estamos en un nivel de superación de todos los récords, incluso del propio gobierno de Macri”. 

Hasta el momento se sabe que en el año tuvieron lugar 297 casos de gatillo fácil. Esto, cruzándolo con los datos de los años anteriores, deja un saldo muy claro: el gobierno de Cambiemos mató a una persona desarmada cada 22 horas. En 1.110 días de gobierno de la Alianza Cambiemos, el aparato represivo estatal mató 1.206 personas.

Estas cifras dan cuenta del más fuerte incremento represivo desde el comienzo de la democracia. “A partir de 2017 hemos entrado en lo que denominamos un estado de excepción, con suspensión de derechos y garantías, con una serie de iniciativas de parte del gobierno nacional como la desaparición forzada de Santiago Maldonado, el fusilamiento de Rafael Nahuel, la defensa cerrada de las fuerzas, las afirmaciones del propio presidente. En ese marco se produce el caso Chocobar, con la instalación del gatillo fácil como política pública promovida oficialmente por el gobierno” afirmó la militante de los derechos humanos.

De cara a la ronda electoral que tendrá lugar este año, mucho se habló en los medios sobre la posible radicalización del discurso represivo que podría buscar la alianza gobernante para fidelizar a su electorado. Verdú aseguró que la política represiva a Cambiemos “le rinde a nivel de propaganda preelectoral; así como hace algunos años hablamos del voto licuadora, hoy no es muy desacertado pensar en el voto bala”. (GritoDelSur)