Señor Presidente, va a tener las herramientas que pidió para gobernar. Basta de echar culpas a los demás. Se terminaron las excusas. Presente su plan de estabilización y crecimiento. Empiece a gobernar para los 46 millones de argentinos.
La sociedad está haciendo un esfuerzo enorme para dar vuelta la página y su gobierno le responde con improvisación, clases de teoría y práctica del anarquismo, y un internismo feroz que recuerda al gobierno que acaba de terminar.
Pasaron más de 6 meses y aún desconocemos cuál es el plan del gobierno para estabilizar y crecer. ¿En cuál de todas las falacias lo tiene escondido, presidente? ¿En qué viaje se le perdió?
Sé que la tarea que tiene no es fácil. Hereda el desastre que dejaron 17 años de gobiernos kirchneristas. Justamente por eso, porque la tarea es compleja, es que esperamos hace 6 meses profesionalismo y profundidad. Y como respuesta, sólo tenemos indolencia y circo.
Señor Presidente: ¿Cómo se pueden sentar las Bases de un nuevo país sin hablar de educación, la principal vía para conquistar la libertad y lograr el desarrollo productivo? Si revivieran Alberdi, Sarmiento y Roca, se morirían de vuelta.
¿Cómo piensa sostener un tipo de cambio bajo sin un salto cualitativo de la productividad de la economía argentina? Por la vía de la inacción y la vagancia conceptual de decirnos que a la productividad la va a resolver el mercado, va a dejar al país hecho un cementerio.
¿Por qué destina tanto tiempo a pasear por Silicon Valley pero no promueve en esta ley a las más de 100 startups tecnológicas argentinas, empresas que venden al mundo avances científicos en biotecnología, economía del conocimiento y nanotecnología?
Dicho todo esto, voy a apoyar los cambios que vienen del Senado para esta nueva versión de la Ley Bases. Una versión superadora del mamotreto de enero y de la de Diputados. Con mirada federal. Y voy a rechazar, en este contexto de crisis, el regreso del Impuesto a las Ganancias y el recorte de Bienes Personales.
La clase media no está en condiciones de soportar un aumento de la presión tributaria cuando los principales gastos de las familias (prepagas, colegios privados, tarifas de servicios públicos, combustible, entre otros) han aumentado en promedio un 50% más que la inflación. La espalda de la clase media no aguanta más.
Espero que, de esta experiencia, pueda entender un método: la democracia. Para salir del empate catastrófico que tiene la Argentina hace ya demasiados años, señor presidente, va a tener que aprender a dialogar. Menos viaje y más construcción de acuerdos. Este es el camino.
(*) Médico, científico, docente y diputado nacional de la UCR.
Nota de opinión publicada en la red social X el 27 de junio de 2024.