Se esperaba recaudar más

Una obra maestra de Klimt descubierta luego de un siglo fue subastada por más de US$30 millones

LA PLATA, 25-04-2024 | PUBLICADO POR REDACCIÓN

El retrato de la señorita Lieser, habría sido robado por los nazis en la Segunda Guerra Mundial, fue subastado en Viena a un precio mucho menor del esperado.


Un retrato de Gustav Klimt que no se había visto en casi un siglo se vendió por 32 millones de dólares, la cifra más baja de su estimación previa a la subasta. Lo compró una galería de Hong Kong.

El Retrato de la señorita Lieser, que se cree una de las últimas obras del pintor austriaco, generó una gran expectativa en el mundo del arte, pero acabó vendiéndose por la cantidad más baja de su valoración, que oscilaba entre los 30 y los 50 millones de euros (entre US$32 y US$53,4 millones).

Las pujas comenzaron en 28 millones de euros y la obra alcanzó un precio final de 30 millones. Esta cifra no incluye los honorarios de la casa de subastas.

El precio de venta fue menos de la mitad del alcanzado por otro cuadro de Klimt -Dama con abanico- en una subasta en Londres el año pasado. El último retrato realizado por Klimt se convirtió en la obra de arte más cara jamás vendida en una subasta europea, cuando se vendió por 85,3 millones de libras (US$108,4 millones).

El Retrato de la señorita Lieser se consideró perdido durante mucho tiempo, según la casa de subastas vienesa im Kinsky. Sin embargo, hace poco se supo que había sido propiedad privada de un ciudadano austriaco.

"El redescubrimiento de este retrato, uno de los más bellos del último periodo creativo de Klimt, es toda una sensación", declaró la casa de subastas en un comunicado publicado en su página web antes de su venta este miércoles por la tarde.

La pieza, intensamente viva y colorida, había sido documentada en catálogos de la obra del artista, pero los expertos solo la habían visto en una foto en blanco y negro.

La historia de un cuadro emblemático de Klimt
Se sabe que la modelo pertenecía a una acaudalada familia judía austriaca que entonces formaba parte de la clase alta de la sociedad vienesa, donde Klimt encontraba a sus mecenas y clientes. No obstante, su identidad no es del todo segura.

Los hermanos Adolf y Justus Lieser fueron importantes industriales del imperio austrohúngaro. En los catálogos de las obras de Klimt se afirma que Adolf encargó al artista que pintara a su hija adolescente Margarethe Constance. Sin embargo, nuevas investigaciones de la casa de subastas sugieren que la esposa de Justus, Lilly, le contrató para pintar a una de sus dos hijas.

La declaración en la página web de la casa de subastas reveló que la modelo -fuera quien fuera- visitó el estudio de Klimt nueve veces entre abril y mayo de 1917. Realizó al menos 25 estudios preliminares y lo más probable es que comenzara el cuadro en mayo de ese año.

"El pintor eligió un retrato de tres cuartos para su representación y muestra a la joven en una pose estrictamente frontal, cerca del primer plano, sobre un fondo rojo e indefinido. Una capa ricamente decorada con flores rodea sus hombros", explicó la casa de subastas."Los intensos colores del cuadro y el cambio hacia pinceladas sueltas y abiertas muestran a Klimt en el apogeo de su periodo tardío", añadió.

Cuando el artista murió tras un accidente cerebrovascular en febrero siguiente, el cuadro aún estaba en su estudio, con algunas pequeñas partes sin terminar. Fue entregado a la familia Lieser. Su destino exacto después de 1925 "no está claro", según la casa de subastas.

Según el diario Der Standard, basándose en correspondencia archivada en un museo austríaco, Lieser pudo habérselo confiado a un miembro de su personal antes de ser deportada a finales de 1943.

El cuadro reapareció entonces en poder de un comerciante nazi, antes de ser heredado por su hija y más tarde por parientes lejanos. Según informó el estudio Kinsky, especializado en procedimientos de restitución, se trata de “una hipótesis entre otras”.

Después de la guerra, el cuadro nunca fue reclamado, a diferencia de otros bienes, por uno de los tres descendientes de Lieser que sobrevivieron.

De acuerdon con la CNN, el cuadro iba a ser vendido en nombre de sus propietarios austriacos, que no fueron nombrados, junto con los sucesores legales de Adolf y Henriette Lieser sobre la base de un acuerdo conforme a los Principios de Washington de 1998.

Establecidos en 1998, los Principios de Washington encargaban a las naciones participantes la devolución de las obras de arte confiscadas por los nazis a sus legítimos propietarios. (NA)