El actor Alec Baldwin había sido acusado de apretar el gatillo negligentemente, causando la muerte de Hutchins, pero sus abogados proporcionaron un análisis que planteó dudas de que el arma estuviera funcionando correctamente en ese momento, un análisis del FBI la rompió durante una prueba y los fiscales Kari Morrissey y Jason Lewis retiraron los cargos de homicidio involuntario en abril.
Sin embargo, los fiscales dieron un giro e informaron que el arma se envió a un experto independiente para realizar más pruebas y “si se determina que el arma no funcionó mal, procederán los cargos contra el señor Baldwin”, advirtió un escrito.
Además, la fiscalía pudo dar con testigos que testificarán que la acusada, la armera Hannah Gutierrez Reed “bebía mucho y fumaba marihuana por las noches durante el rodaje”.
“Es probable que la acusada Gutiérrez tuviera resaca cuando insertó una bala real en un arma que sabía que iba a ser utilizada en algún momento por un actor mientras filmaba una escena de rodaje con otros actores y miembros del equipo. El delito de homicidio involuntario fue diseñado específicamente para este tipo de circunstancias”, detallaron los fiscales.