Erica Borda es chofera de colectivos de línea y fue un trabajo que se dio por casualidad, luego de haberse quedado sin trabajo en el año 1999. Su ex marido en ese momento era chofer de una línea y había visto que había chicas manejando dentro del grupo Plaza. Un día vio pasar a una chica de esa línea, y la siguió hasta el final del recorrido que terminaba en la empresa. “Me bajé y le pregunté cómo podía hacer. Me explicó y en la siguiente convocatoria me presenté. En ese momento no tuve ninguna traba porque era la empresa la que estaba contratando mujeres”, relató.
En diálogo con Diario Platense, Erica contó cómo fue ser despedida sin ninguna explicación, después de casi 12 años trabajando. “Fue el Delegado, quién me hizo despedir sin ningún motivo. Ahí fue cuando empecé con la lucha, porque sabía que como chofer no me iban a tomar en ningún lado. Primero fui a buscar ayuda al sindicato, fui a golpear las puertas de las demás empresas pero no obtuve respuesta de ningún lado. Empecé a fijarme en todos lados, Defensa del consumidor, INADI, todo lo que se me cruzaba. Llamaba, preguntaba. Hasta que terminé en la Defensoría General de la Nación. A ellos les interesó el caso y decidieron patrocinarme”, explicó Borda.
Después de ser despedida, Erica volvió a la facultad y decidió terminar su carrera de enfermería para conseguir trabajo. Estuvo trabajando de enferma los últimos seis años,hasta que salió el fallo del juicio a fines de 2018. Por otra parte, ella dice que no observa ningún avance en materia de inclusión y que estamos peor que hace 20 años atrás, y al respecto dice: “Cuándo entré era una iniciativa de la empresa tomar mujeres. Solamente de 20 a 25 chicas por empresa, la del grupo Plaza, nada más. Después ninguna otra tomó mujeres, hasta el día de hoy. Aunque las únicas líneas que en este momento tienen mujeres, son solo las que fueron demandadas por mí. En un relevamiento que se hizo a través del juicio, a nivel Nacional, no llegamos ni al 1% las mujeres que manejamos colectivos. Pero nadie reclama nada.”
“Después de que salió el fallo, varias chicas pudieron volver a trabajar y fueron reinsertadas. Pero hacer reclamos legales, ninguna. Recién ahora yo tengo una agrupación de chicas que quieren pertenecer al transporte y han iniciado unos reclamos legales para demandar a las empresas. Yo les explico que lamentablemente, si tenemos que esperar la bondad de las empresas, no va a ocurrir. 'Que a las mujeres, no las toman'. Y cuando se justifican, dicen que no tienen baños, que no tiene vestuarios. Ridiculeces”, aseveró.
Avances y retrocesos
Actualmente, hay por lo menos siete empresas que están siendo demandadas. Esto lo iniciaron las compañeras de la agrupación que acompañan a Erico el 3 de junio, en el marco del Ni Una Menos. Para tener un día simbólico y para que sea recordado en esa fecha.
Por otra parte, la entrevistada contó que lo que ella le reclama al Estado y al Ministerio de Trabajo es la visibilización, que todo esto se vea. No hay campañas de difusión, ni medios masivos de comunicación que planteen el tema de que solo hay tres empresas de colectivos que toman mujeres. “También hay poco interés por parte del Estado, por hacer valer esto. No es algo yo lo inventé, ni los abogados que me patrocinaron. Acá simplemente se hizo exigir lo que dice la Ley de trabajo, que explicita que no tiene que haber dicriminación de género. Y sin embargo, hay tres empresas demandadas que tienen que cumplirlo a través del fallo. Después, el resto, se sienten exentas. Muchas empresas te contestan que hasta tanto no sean demandadas y que un juez las obligue, no piensan tomar mujeres. Es algo muy ridículo. Es un trabajo masculinizado, pero no de hombres. Cuando va una mujer y pide, automáticamente les dicen que no. Y no tienen ningún fundamento lógico para el rechazo”, comentó Erica.
A través del fallo se creó un listado, que lo maneja el Ministerio de Trabajo, donde se pueden anotar todas aquellas chicas que quieran trabajar en los colectivos. Ni bien se presentó, hubo 11 mujeres anotadas. En la actualidad, hay alrededor de 25 mujeres inscriptas y después del fallo, contratadas solo alrededor de 23 en la provincia de Buenos Aires. “En total, seremos alrededor de 50 mujeres. No es nada, pero es mucho. Ellos decían que no había, y si, hay”, aclaró.
Erica contó que ve como boicotean a las chicas al momento de presentarse, de convocarlas y que fue por eso que volvió a tomar la posta de la lucha. Se movilizó con el Ministerio de Trabajo, el Ministerio de Transporte, con el de las mujeres y con UTA. Desde el Ministerio de Trabajo le dijeron que ellos no estaban enterados de absolutamente nada, más allá de que hace casi 2 años que tomaron el poder. Tuvieron un encuentro con estos 4 entes, y se llegó al acuerdo de formar un programa, el cual salió hace dos meses. El programa de Capacitación para las Conductoras de Colectivos ofrece becas para conseguir la licencia LinTI, que es una de las licencias necesarias para manejar en CABA. Tiene un costo de 32 mil pesos. Una conductora que quiere acceder a un puesto de trabajo, tiene que pagar esa plata para obtener un registro que le sirve para trabajar solo en 3 empresas. Los compañeros varones pagan la misma licencia pero tienen más de 200 líneas donde postularse.
“Este programa todavía no se puso en práctica, pero me imagino que va haber colectivos donde las compañeras puedan practicar. Porque ese es otro de los grandes problemas. Vos por lo general sacas la licencia para manejar, te compras un autito y sea como sea, vas a practicar de a poco. Pero nadie se compra un colectivo para practicar, para poder ir a dar una prueba de manejo. Y eso las empresas no te lo proporcionan. Te toman suponiendo que ya sos conductora, que tenés el registro y la práctica . También te piden experiencia, ¿pero qué experiencia va a tener una mujer en el colectivo si nunca pudo trabajar? Va a ser muy raro que haya trabajado con un escolar, va a ser muy raro que haya trabajado con un camión”, relató Borda.
Por último, Erica reflexionó al respecto y dijo: “No estamos pidiendo que seamos diferentes a los varones, sino simplemente que haya cosas que sean un poco más flexibles. No solo estamos discriminadas por varones, las empresas son machistas. Es muy machista este trabajo, la profesión. Y lamentablemente pensamos que habíamos adelantado algo pero no, estamos igual o peor que hace 25 años atrás”.