El realizador Gustavo Winkler, nacido en el conurbano bonaerense, habló sobre su carrera como docente y productor cinematográfico de La Matanza y sobre sus diversos proyectos audiovisuales. “Después de haber intentado con Ciencias Políticas en la UBA, decidí hacer el examen de ingreso a la Escuela Nacional de Experimentación y Realización Cinematográfica (ENERC) y de 300 postulantes, quedé quinto”, contó Winkler.
En diálogo con Diario Platense, Gustavo contó que hizo los 3 años de la ENERC vinculandose con muchos festivales de cine y una de las cuestiones que pudo conocer fue la 1era edición de un festival cinematográfico que se realizaba en el Conurbano Bonaerense, "el Tafic: Festival Internacional de Cine en Tapiales". “Es un festival exclusivamente de cortometrajes que se enviaban de todas las escuelas de cine. Tenía la particularidad de que se realizaba en una Sociedad de Fomento y todos los que la armaban eran estudiantes de cine de la zona del Conurbano, como yo, que soy de Ciudad Evita, La Matanza. Entonces me vinculé con ellos, y ahí empecé a tener mi participación cultural en la comunidad. Ese fue el inicio”,relató el cineasta.
Carrera
En cuanto a sus primeros pasos como docente, Gustavo contó: “En el 2010, cuando terminé mi Licenciatura en Artes Audiovisuales en la Universidad Nacional de San Martín, realicé un proyecto para la enseñanza de cine comunitario, producción audiovisual comunitaria. Ese proyecto lo enviamos junto con unos compañeros del festival, a la Secretaría de Cultura y Educación de La Matanza y allí nació un taller de cine gratuito de La Matanza, llamado Matanza vamos a filmar, que aún está vigente desde el año 2013”.
“Cuando terminé con la escuela de cine, tenía que decidir qué hacer con mi vida porque era difícil conseguir trabajo estable dentro del ambiente cinematográfico, y también dentro de la publicidad, en todo el contexto audiovisual. Entonces en un momento, al hacer la licenciatura, decidí también hacer la parte educativa, y lo que me dí cuenta cuenta, es que a veces uno tiene que transmitir los conocimientos que sabe para que otros tengan la oportunidad, se puedan incentivar y superen un contexto que a veces es complicado. En su momento tuve que viajar dos horas en colectivo y ahora nosotros llevamos el cine a la casa de cada uno”,reflexionó.
Proyectos
El Taller de Cine de Matanza vamos a filmar comenzó en el año 2013 en la Casa de la Cultura de Laferrere, lugar donde por primera vez se realizó un taller de cine gratuito. De hecho, era el primero que se hacía en todo el territorio de La Matanza. El mismo tuvo sus comienzos con 200 inscriptos. “Este es un taller integral, donde se realiza desde la idea, la historia del cine, el guión, la producción, la realización, el montaje y finalmente la exhibición de un cortometraje. Todo eso, es un año. Comienza en marzo/abril y finaliza en diciembre con un corto que, en años anteriores, es presentado en pantalla grande, en el Festival de Cine de Tapiales, donde toda la comunidad de La Matanza lo vé proyectado”, contó Winkler. Este taller no tiene cupos limitados, tampoco tiene límites de edad. Cualquiera tiene la posibilidad de realizarlo, aunque no haya terminado el secundario o sea una persona jubilada. Fue pensado de una forma abarcativa para toda la comunidad de La Matanza.
En el 2020 fue el primer año que tuvieron que adaptar el taller para darlo mediante plataformas virtuales, como Zoom o Meet. Si bien fue un gran desafío, Gustavo consideró que tuvieron éxito, ya que la virtualidad les permitió llevar a cabo otro tipo de contacto con los estudiantes, manejándose por Whatsapp y teniendo algunas reuniones virtuales. Al final del año, se filmaron ocho cortometrajes que tuvieron diversas características de producción pese a los protocolos que debían tener para poder ser filmados. Para ellos, fue un resultado totalmente imprevisto dentro del contexto.
Además el cineasta explicó que como también es realizador y director de cine, junto a otro compañero realizaron una trilogía de cortometrajes, conocido como “La Trilogía de Tapiales, los cuales fueron muy exitosos y se presentaron en varios festivales internacionales. “El primer cortometraje que hicimos se llamó “Love Bondi Story” y se transmitió en el Festival de Cine Latino de New York, en México, en La Nave de los Sueños y en varios lados. El segundo, el año pasado ganó al mejor cortometraje en el Festival de Cine Latinoamericano de Uruguay y se realizó en Punta del Este en el año 2017. El tercer y último se hizo en el año 2018 y se llama “Todos somos Roberto”. Los 3 cortometrajes van por el lado de la comedia y también tuvo su exhibición en diversos festivales”, señaló.
Por último dijo que actualmente están realizando un programa llamado “Cine mundo chico”, el cual brinda capacitaciones tanto para docentes como para estudiantes de bajos recursos en lugares carenciados, barrios populares o villas. “Ahí hacemos todo lo que sería producciones audiovisuales para chicos que están en situación de riesgo o que transitan una recuperación a alguna adicción. Lo hacemos en diferentes puntos del conurbano bonaerense”, concluyó.