Bernardo Stamateas es pastor evangelista de la Iglesia Bautista del Ministerio Presencia de Dios. Además de ser pastor cristiano, obtuvo el título de licenciatura en Psicología en la Universidad Kennedy, donde se especializó en Sexología Clínica, y también es doctor en Psicología, recibido de la Universidad del Salvador. Es conocido por ser el autor del libro Gente tóxica, lanzado en 2010, donde fue best-seller. Actualmente conduce el programa Feliz vida, que se transmite por Crónica TV a la medianoche.
Stamateas pasó por "No es lo que parece" por FM 96.7 de La Plata y en diálogo con Carlos Alberto Garcia Lacámara compartió su mirada profesional y espiritual ante la situación que venimos atravesando hace más de un año. Para liberar las emociones que nos carga la pandemia, cree que es necesario "construir válvulas saludables de escape", además afirmó que esta crisis traerá "crecimiento" en tanto se apunte a la solidaridad, ya que la misma "es terapéutica".
Además, el psicólogo y evangelista, es fundador del colegio Presencia, donde cree que la educación es relevante en la vida social, por lo tanto “debe ser integral”, es decir, que deben enseñarse también "valores, inteligencia emocional y el empatizar con el otro".
- Venimos con un año y medio de encierro o casi encierro, y con un número de más 75 mil fallecidos en la Argentina, ¿qué reflexiones le surge cuando ve esta situación?
- Estamos frente a un duelo constante y permanente, un virus que no vemos y que nos recuerda nuestra finitud, nuestra fragilidad, de que somos seres gregarios, sociales, que nos necesitamos los unos a los otros. No deberíamos sentirnos mal por sentirnos mal, es lógico frente a toda esta situación económica y por el virus, que tengamos bronca tristeza, bajón, ansiedad... Lo importante es que esas emociones no nos queden guardadas y las podamos sacar de nosotros.
- Como pastor cristiano y profesional de la psicología, ¿qué consejo le da usted al que sufre toda esta situación?
- Construir válvulas saludables de escape que son los espacios donde podemos drenar todas estas emociones. Esas válvulas de escapes son, primero, hablar, no guardarnos las cosas, en psicología decimos lo que la boca calla el cuerpo lo habla; escribir, aunque sea quince minutitos por día, todo lo que sentimos, lo que nos pasa; ejercicios, como caminar media hora por día, gastar la adrenalina a través del ejercicio físico; lo lúdico, no estar 24 por 7 hablando del coronavirus, sino abrir espacios para reírnos, divertirnos, jugar con nuestros hijos, etc.
- ¿Cómo ve ese comportamiento de algunos que tienen un pensamiento miserable con perspectiva de negocio o de egoísmo, de "disfrutar la vida" sin importarle nada?
- Las crisis revelan lo que hay en el corazón, entonces el que era individualista, el que trabaja para sí mismo, el que no le importa el otro, salió a la luz por ese lado. Ser solidario es terapéutico. Esta crisis traerá crecimiento en muchas personas que saldrán más maduras, más solidarias, más amorosas, y otras personas, cuyas conductas infantiles y egoístas predominan, lo van mostrando, quedarán aislados. Nosotros nos salvamos juntos, nadie llega a la cima solo y saldremos de esta crisis, la mayoría, crecidos.
- ¿Cómo ve el comportamiento de nuestros líderes políticos y/o sociales?
- El líder tiene que ser alguien que guía hacia el futuro, que establece las metas, que transmite paz, calma, que pilotea las tormentas, eso vale para cualquier líder. Recordemos que líderes somos todos, porque el liderazgo es influencia y tenemos que construir liderazgos nutritivos, que son los que transmiten paz, calma, unen, y por sobre todas las cosas, establecen una esperanza inteligente. Estamos mal, pero podemos hacer algo para estar mejor.
- Usted tenía una institución educativa que tenía que ver con la cuestión social en Capital Federal, ¿lo sigue teniendo a eso? ¿Cómo está viendo la situación educativa?
- Sí, al Colegio Presencia, que está en Villa Devoto, lo lidero yo. He estado dando algunas clases y demás. El sistema educativo, por supuesto, tiene que ser siempre prioridad, la información construye y la educación nos transforma. Tiene que ser una educación integral, no solamente de conocimiento, sino también de valores, de inteligencia emocional, de saber empatizar con el otro. Creo que estamos en una etapa, del postmodernismo, donde recuperar la empatía, la solidaridad, el trabajar en equipo, la comunicación pacífica, es fundamental, no solo en la educación y en la política, sino en todos los órdenes de la vida.
- ¿Esto se puede aplicar o cree que se puede recuperar en algún momento en esta nueva normalidad o postpandemia?
- Sí, nos gusta hablar de crecimiento post traumático. Hay situaciones que son muy dolorosas y traumáticas en las que uno no solo las supera, sino que sale crecido. Seguramente, que toda esta crisis que nos recuerda a la finitud, a la fragilidad, la necesidad de ser amoroso y de cuidarnos, hará que mucha gente salga muy crecida hacia adelante, claro que sí.
- Además de su best-seller Gente tóxica, usted tiene otro libro llamado Dolor que fortalece. En función a ese libro, le pido que deje un mensaje final para las y los oyentes
- El dolor es un camino, no es un pozo, es parte de nuestra historia. El dolor se transforma y nos transforma. Transformar el dolor para ayudar a un otro, ese es el mensaje del libro Dolor que fortalece. El dolor tiene que transformarse en un don para bendecir a otros, y siempre construir una esperanza inteligente, porque para atrás están las pérdidas y para adelante las oportunidades.
- ¿Dónde podemos escucharlo o encontrarlo?
- Por Crónica TV, todos los días a las 12 de la noche con Hernán Lirio, hacemos 15 minutos de reflexión. También por mi Facebook, Bernardo Stamateas; mi Instagram, @berstamateas; allí pueden mandarme preguntas. Hago vivos los miércoles para los que quieren sumarse, es gratuito, por su puesto. Por mis redes Facebook e Instagram pueden encontrarme.