"Hay que poner plata en la calle"

Roberto Feletti, una de las voces económicas escuchadas por CFK: "La libre exportación de carne sólo estuvo vigente en la dictadura cívico-militar"

LA PLATA, 23-05-2021 | PUBLICADO POR REDACCIÓN

Así lo dijo el ex Vuceinistro de Economía de la Nación y actual funcionario del Senado Bonaerense. "La fortaleza política se construye", apuntó y dijo que Guzmán debe revisar "los resultados de la política económica que ha implementado.".


Roberto Feletti fue viceministro de Economía durante el primer gobierno de Cristina Fernández de  Kirchner y titular de la comisión de Presupuesto de Diputados durante el segundo mandato de la actual Vicepresidenta. En esta entrevista, el ex diputado nacional planteó críticas a la gestión de Martín Guzmán muy concretas. Reclamó "poner plata en la calle" para enfrentar la segunda ola de la pandemia y asegurar el crecimiento "vigoroso" de la actividad económica. 

Feletti actual secretario administrativo del Senado de la provincia de Buenos Aires es una de las voces económicas escuchadas por CFK y se refirió al actual,momento económico que vive la Argentina expresando entre "cuestionamientos" al Gobierno nacional por no enfrentar la disparada de los precios de los alimentos. "La prudencia fiscal y en ancla cambiaria sirven cuando el Estado tiene regulaciones potentes sobre los mercados de consumo básicos: energía y alimentos. El año pasado, la economía cayó casi 10% y la canasta alimentaria aumentó 45%", explicó el economista.

- ¿Cómo ve el panorama de la economía, en medio de esta segunda ola?

-En un momento tan particular por la pandemia, veo luces y sombras. Lamentablemente esta segunda ola golpea en un momento donde la economía no había desplegado sus alas tras la primera ola. Por eso creo que es tan importante poner plata en la calle, porque está claro que todo el mundo se retrae ante este escenario. La expectativa que tenía el ministro Guzmán de ir cerrando la brecha fiscal de a poco, hay que replantearla. Lo positivo es que el Gobierno da respuesta concreta a la pandemia con el avance del plan de vacunación, y que el sistema sanitario -aunque esté estresado- no se encuentra en una situación dramática como vimos en otros países.

- Pareciera que el ministro Guzmán toma decisiones mirando también un ordenamiento fiscal y monetario...

- El proceso de recuperación, después de la caída tan grande del año pasado, debe ser vigoroso. De ahí que haya que revisar el retiro de los estímulos a la demanda, en este contexto. Después discutamos cómo se financian esos estímulos. Por otro lado, las políticas monetarias y fiscales siempre han tenido escaso resultado en el combate a la inflación, al menos en la Argentina.

- ¿Es posible que la actividad crezca este año 7% u 8%? ¿O esa chance queda descartada, dada la virulencia de la segunda ola de Covid?

Todavía lo veo posible, sobre todo porque tenemos un precio de la soja muy alto. Y porque los núcleos productivos, como la construcción y la industria, muestran señales de vigor. Ahora, insisto, si en este contexto se retraen los estímulos fiscales y monetarias para cuidar ciertos equilibrios macro, la señal luce contradictoria. Por eso digo que tiene que verse una actitud proactiva de parte del Estado.

- Concretamente: ¿Para usted deberían reponerse el IFE y el ATP?

- Para no ir a una medida en particular, yo planteo que la política fiscal del primer trimestre -que mostró un superávit primario, en base a la retracción de la evolución del gasto- se cambie y se pongan estímulos que vayan al consumo, cualquier cosa que ingrese directamente al bolsillo del trabajador. Y, por el otro, que también viene demorado, es un plan de obras públicas.

- ¿A Guzmán lo ve muy conservador, en ese sentido?

- La política fiscal es restrictiva, no de ajuste. Pero sí de contención del gasto y suba de la recaudación. Este escenario de prudencia no está dando los resultados esperados. Uno tenía la expectativa que la reestructuración de la deuda trajera tranquilidad cambiaría, una baja del riesgo país. Esa realidad frena el ingreso de dólares "financieros" al país, que hubiera traído estabilidad cambiaria. También esperaba que el Banco Central acumulara una mayor cantidad de divisas, que incluso ayudaría a aflojar la restricción fiscal. Finalmente, si la política fiscal se la iba a usar como política antiinflacionaria, los números del primer cuatrimestre de inflación no han dado resultado. No quiero calificar al ministro. Quiero decir que el ministro revise los resultados de la política económica que ha implementado.

- ¿Qué habría que hacer con la inflación, justamente? El ancla cambiaria pareciera que tampoco está dando resultados

La prudencia fiscal y en ancla cambiaria sirven cuando el Estado tiene regulaciones potentes sobre los mercados de consumo básicos: energía y alimentos. El año pasado, la economía cayó casi 10% y la canasta alimentaria aumentó 45%. ¿Cómo se explica que en un contexto de semejante recesión, los alimentos aumenten de ese modo? Sucede porque existe un comportamiento monopólico no regulado. Combinado con la presión de los mercados externos. Durante el gobierno de Néstor y de Cristina se trabajaba con cupos de exportación y altas retenciones, que aseguraban la demanda interna.

- ¿El Gobierno tiene la fortaleza política para pasar por el Congreso una ley que suba las retenciones al trigo y al maíz al 20%, como antes, contra 12% de ahora, por poner un ejemplo?

- La fortaleza política se construye. Si estamos en un momento donde la renta agropecuaria es muy alta y los países centrales sostienen estímulos a la demanda, eso lleva para arriba los precios de los alimentos. Si no se hace nada, vamos a pagar el precio de las galletitas a valor internacional. El Gobierno perdió una posibilidad de intervención cuando anunció la expropiación de Vicentin. Por eso: no confundamos los instrumentos con las políticas. Que quede claro si no se implementa ningún tipo de intervención, se desbarata cualquier política de ingresos.

- ¿Cómo evalúa la decisión de suspender por 30 días las exportaciones de carne?

La decisión del Presidente intenta frenar el impacto del precio internacional en el precio interno. Lo razonable sería abrir un concertación que vuelva el volumen de exportaciones al nivel promedio histórico en torno al 12/15%. En 2020 cerró en el 28%. La libre exportación de carne sólo estuvo vigente en la dictadura cívico-militar. (IProfesional)