“Las Mirabal” es una organización no gubernamental de la ciudad de La Plata que trabaja desde 2013 para la prevención de la violencia de género, la contención, acompañamiento e inclusión de mujeres y disidencias víctimas de violencia de género. Flavia Centurión que es una referenta de dicha Ong consideró que las restricciones y el aislamiento por la pandemia recrudecen los escenarios de violencia y sentenció: “A mi me parece que el aislamiento provoca que la mujer deje de tener contacto con sus vínculos y eso empodera al agresor, quien siempre busca aislar a la víctima”.
Flavia Centurión quien forma parte de esta ONG desde los comienzos de “Las Mirabal” contó: “En principio nosotras habíamos organizado un convenio con la Municipalidad de La Plata para que sea una casa de refugio, pero eso duró más o menos 9 meses. A partir de ahí abrimos una especie de centro donde la idea era tener un espacio para las mujeres que pudiera abordarlas de manera integral; es decir con respecto a sus derechos culturales, sociales y civiles”.
“Como la Municipalidad renunció al contrato que teníamos y buscó otro refugio, se dio por finalizada la relación en ese sentido. Luego comenzamos a organizar los distintos espacios y con esta corta experiencia de refugio, que fue muy enriquecedora para nosotras, cambiamos de idea. En general los refugios tienen un discurso carcelario, donde las mujeres entran y son incomunicadas. Es un contexto no solo de encierro, sino de victimización absoluta. A partir de ahí venimos pregonando la convicción de que de que la víctima nunca tiene que estar apartada de la sociedad ni aislada, salvo que sea un caso excepcional de fuga ”, comentó Flavia, entrevistada por Diario Platense.
En estos ocho años, Las Mirabal recibieron muchísimas mujeres y disidencias que transitaron por el espacio de alguna u otra manera. La pandemia hizo que cambiaran las cosas y que tuvieran que moldear y trabajar de manera virtual. Antes de que esto sucediera, la organización ofrecía puestos de oficio, espacios de grupos de reflexión, talleres, charlas y concientizaciones donde se brindaban herramientas para que puedan defender sus derechos. También contaban con asesoramiento y acompañamiento profesional, tanto jurídico como psicológico.
La realidad les mostró que estos son los espacios que necesitan las mujeres, donde pueden vincularse, referenciarse y donde encuentran equipos en los cuales confiar.
Flavia explicó que todo lo que hacen es por fuera de sus trabajos, y que no cobran por estar en la Mirabal. “Ojalá que algún día podamos organizar un equipo profesional fijo, con una remuneración”, consideró y agregó: “Las profes se sustentan con un bono que pagan aquellas mujeres que pueden hacerlo”.
“Hasta 2015 teníamos un subsidio pero con la gestión de Macri, Vidal y Garro se sacaron los subsidios a las ONG. Hasta ahora no ha sido repuesto este caudal que es tan necesario para que podamos dar más respuestas”, relató
Violencia y aislamiento
Si bien hay muchas actividades que no se están realizando debido a la falta de presencialidad, Centurión contó que están desbordadas de consultas y que esto se ha incrementado aún más en la pandemia, con el aumento de hechos de violencia de género.
“Es increíble como las restricciones y el aislamiento recrudecen los escenarios de violencia. A mi me parece que el aislamiento provoca que la mujer deje de tener contacto con sus vínculos y eso empodera al agresor, quien siempre busca aislar a la víctima. La pandemia ha sido el escenario perfecto para el aislamiento, el cual muchas veces se da de a poco y progresivo. A medida que va aumentando la violencia, la mujer se va dando cuenta. Pero con las medidas de ASPO y DISPO, no es necesario esperar a que la mujer esté aislada”, reflexionó la luchadora por los derechos de las mujeres y disidencias
Las mujeres que están en situación de violencia se conectan con las organizadoras por las redes sociales o por teléfono; y también por videollamada. Cómo ninguna de ellas está vacunada, y no cuentan con el financiamiento suficiente como para tener la estructura que se necesita para cumplir con los protocolos sanitarios, se les hace imposible que puedan trabajar físicamente en el espacio, el cual se encuentra en calle 3 entre 44 y 45.
Por último, sobre como “Las Mirabal” articulan y trabajan con otros espacios Flavia comentó que tienen entrecruzamientos por distintos casos con otras ONG y que además han tenido contacto varias veces con el Ministerio de las Mujeres y la Municipalidad de La Plata. “Tuvimos una reunión con el Ministerio de las Mujeres y nos dijeron que iba a haber una especie de subsidio o financiamiento para las organizaciones que trabajan temáticas como la nuestra, pero todavía no tuvimos ninguna noticia”, dijo.
“Entendemos que la pandemia arrasó con todo, pero también, más allá de la cuestión monetaria, me parece que ante el aumento de casos de violencia se necesitan más medidas y políticas públicas. La situación es muy grave”, aseveró Flavia Centurión para concluir