La ley fue aprobada en Diputados por un margen más alto que en el 2018. La calle volvió a ser una fiesta y un espejo de la alta participación de las jóvenes en “la ola verde”. La sesión se siguió como un Mundial, con expectativa y sin tregua. Aunque esta vez hubo menos mística y más rosca política.
Por Luciana Peker