Los tres crímenes cometidos por Yiya Murano se realizaron a la hora del té: invitó a merendar a las víctimas, que bebieron su infusión cargada con dosis de cianuro, al igual que en las masitas.
Casi diez años después de la muerte de Murano, su historia vuelve en forma de subasta. Su único hijo decidió sacar a subasta las tazas de té, con un fin solidario.
Martín Murano nació del matrimonio de Cristina Bernal (tal el nombre de Yiya) y Antonio Murano y con la subasta de la vajilla quiere ayudar al Refugio De Mili González, que da techo y comida a más de 50 mascotas en la ciudad de Mar del Plata.
Para participar hay que escribir a la casilla de mail, miradasdelcrimen@gmail.com. Murano cree que puede recaudar hasta 12 mil dólares.
La "envenenadora de Monserrat" fue condenada a prisión perpetua, pero cumplió 16 años de cárcel. Salió en 1995, a los 65 años y murió en 2014, poco antes de cumplir 84 años.