"La creciente"

Un filme que propone "un universo narrativo donde no hay espacio para la solidaridad"

LA PLATA, 26-01-2023 | PUBLICADO POR REDACCIÓN

Los realizadores Franco González y Demián Santander estrenan este jueves en salas “La creciente”, ambientado en las islas del río Paraná que refleja la crueldad, la supervivencia, el encierro y una fugaz ilusión de los distintos personajes que componen la historia.


Los realizadores Franco González y Demián Santander estrenan este jueves en salas locales “La creciente”, un filme ambientado en las islas del río Paraná que refleja la crueldad, la supervivencia, el encierro y una fugaz ilusión de los distintos personajes que componen la historia.

"Narrar desde un personaje marginal nos daba el tono con el que queríamos mostrar esa isla, lejos del romanticismo de la naturaleza que puede tener la cabeza promedio de una persona citadina", dijo González sobre el escenario ribereño en el que transcurre la trama, en una entrevista con Télam en ocasión del estreno de la película en abril de 2020 en la plataforma Cine.ar.

La cinta comienza con una cámara que se sumerge en el agua y sale al compás de Matía (Cristian Salguero), un joven que al parecer está escapando de algo.

Metido en una de las islas, conoce al Correntino (Héctor Bordoni), un capanga de la zona, cuatrero y con alma de criminal, quien lo emplea para sus fechorías y trabajos rurales.

Entre ellos no hay confianza, solo una necesidad mutua de supervivencia que irá creciendo en tensión hasta estallar de una manera muy natural, en un paraje sin ley ni Estado, donde los instintos más básicos del ser humano son los que reinan.

“Quisimos construir un universo narrativo donde no hubiera espacio para la solidaridad, solo un par de escaramuzas afectivas, pero nada más. Armamos un ambiente hostil, donde la idea de sobrevivir prima sobre cualquier otro sentimiento. Pero recordemos que es una ficción, es un artefacto, no es la vida real de la gente de la isla”, explicó el cineasta oriundo de San Pedro.

Al ser consultado sobre el armado de los personajes, González detalló: “En la construcción de los personajes masculinos buscamos un estereotipo rígido, varones con poco lugar para demostrar vulnerabilidad, pero sin una mirada moral de esto. En nuestros personajes la violencia es uno de los mandatos que se aprenden o se aprenden para poder sobrevivir. Los presentamos en un ambiente que cuando se pica no hay lugar donde huir. Sin espacio para el miedo, enfrentan la vida con la caja de mandatos completa, que incluye las nociones de posesión y del hombre proveedor”.

Por otro lado, agregó en referencia a la mujer que interpreta la actriz Mercedes Burgos: “Tenemos un personaje femenino que tiene una fuerza y un coraje que no digo que en la vida real no suceda, pero creo que al estar las estructuras patriarcales más a la vista y rígidas, difícilmente las mujeres puedan tener alguna posibilidad de elección ante lo predeterminado culturalmente por su condición de género. Algo que sucede también en el mundo urbano, solo que quizás está más camuflado por el mercado y otras yerbas”.