PARA VER ANTES DE NOCHEBUENA

Cine navideño: el clásico de los clásicos que llega con Papá Noel

LA PLATA, 22-12-2022 | PUBLICADO POR REDACCIÓN

Desde que existe el cine, pero en especial después de la Segunda Guerra Mundial, muchos directores abrevan de las Fiestas para contar historias. Comedias, dramas, musicales, policiales, filmes fantásticos: todo vale en el cine de Navidad. 


Es bien sabido, y motivo de muchísimas notas de color en todo el mundo, que las fiestas navideñas nacieron como un ritual religioso para luego convertirse en símbolo de unidad familiar con un toque comercial. Objeto de análisis sociológicos -algunos bastante insólitos- ocupan un lugar privilegiado en la historia del cine con liturgias a las que recurrió una infinidad de veces de diversas maneras, algunas paradigmáticas.

Con más de dos décadas transcurridas del siglo 21 -que incluyen algunos momentos singulares mejor analizables cuando la perspectiva permita descubrir o no qué es lo que escondían, desde el atentado al World Trade Center hasta el Covid 19 entre muchos más- se viene produciendo una singular desmovilización en cuanto a la mística que estas fechas despertaban en familias de todo el mundo. Y particularmente en los más chicos que todavía no accedían a internet o a la telefonía celular.

De golpe todos aquellos relatos que funcionaban incluso recurriendo a la magia que se cristaliza principalmente en los niños pequeños a la espera de un personaje mítico como Papá Noel o Santa Claus, vestido con un look que suele atribuirse a una lluvia de ideas de los pioneros fabricantes de Coca Cola, comenzaron a ser clásicos imposibles de actualizar.

Aquellas figuras suenan tan remotas o míticas como la lluvia de papeles antes de las 0 del 1 de enero en los grandes centros urbanos.

¿En la actualidad, qué niño mayor de tres o cuatro años puede, frente a tanta tecnología y exposición mediática, creer que existe en verdad un personaje como Papá Noel? ¿No es acaso el resultado de un acuerdo implícito entre padres e hijos que estos puedan recibir regalos de los mayores? ¿No es acaso tratar de sostener la ilusión de que un niño puede ser recompensado simplemente por serlo o por su buen comportamiento, ajustado a reglas que en la medida que crece va incorporando?.

Este final de 2022, al menos para Argentina, tiene una singularidad extra que modifica la expectativa navideña: el Mundial de Fútbol de Qatar, en una fecha que no es la habitual para este tipo de competencias, al que se suma el impactante triunfo del equipo albiceleste. Un hecho que anticipó los festejos a lo grande (hasta ahora los más masivos que puedan recordarse en estas tierras) y que de alguna forma también puede simbolizar el mejor regalo inmaterial que en este presente muchas familias podían esperar.

La literatura y particularmente el cine, no importa su origen, han convertido tanto a la Navidad como al Año Nuevo en ejes simbólicos alrededor de los que giran historias que, generalmente, tienen como fin emocionar, conmover, hacer reír o llorar.

No es para menos porque estos finales de año convencionales o no son los que marcan el discurrir de la vida de todos y también en forma consciente o inconsciente devienen balances del tiempo que se fue.

Hay mucho cine en donde estos festejos solo son telón de fondo que agrega color a la acción, como ocurrió con el policial "Arma mortal" (1987), de Richard Donner que se inicia con el célebre tema "Jingle Bell Rock" por Bobby Helms, pero también otras donde ese momento clave es el eje, como "El regalo prometido" (1996), de Brian Levant ni que hablar de la colección de versiones de "A Christmas Carrol", de Charles Dickens, beneficiadas por el "dominio público".

La lista de propuestas -por ejemplo las que tienen formato de telefilme- es interminable, y probablemente existan muchas más obras valiosas de cinematografías menos prolíficas, que no tuvieron buena distribución, que merecerían ser subrayadas.
Sin embargo, a título de muestra 10 incluidas en este repaso findeañero puedan servir para ver cómo el cine es capaz de contar con un tema fuerte acomodable al concepto -musical- de "una que conozcan todos".

"¡Qué bello es vivir!" (1946)

Sin lugar a dudas es un clásico entre clásicos de un cineasta distinguido como Frank Capra, con guión de Philip Van Doren Stem y Frances Goodrich, donde Clarence, un ángel de bajo handicap, es enviado entre los vivos con la misión de convencer a George -James Stewart-, un hombre común y corriente a cargo de un banco familiar de un pequeño condado, de que no se suicide, mostrándole (en el estilo de Dickens) cómo hubiese sido la vida de sus seres queridos sin su presencia.

George siempre ha sacrificado sus sueños por quienes lo rodean, y recuerda que cuando niño salvó de la muerte a su hermano menor en un lago helado y que también evitó un error fatal del farmacéutico para el que alguna vez trabajó, entre muchas otras acciones que el ángel, interpretado por Henry Tavers, tendrá que refrescarle para convencerlo de que debe superar la profunda depresión, y de esa forma ayudarlo a conseguir las alas que en el Paraíso todavía no le fueron concedidas.

El relato está claramente dirigido a las clases medias estadounidenses en un momento crucial de la historia del siglo 20, tras la crisis del 30 y la crucial posguerra, una sensación que mucho tiene que ver con aquel precepto de "pinta tu aldea y serás universal", atribuído a Tolstoi, porque el tema de la depresión al límite y la recapitulación de lo bueno y lo malo en las historias personales y su relación con los otros son comunes a todos, en todo el mundo. (Amazon Prime, Filmin)
 
"No somos ángeles"(1955)


En la trama y en tiempos navideños, Joseph interpretado por Humphrey Bogart, Albert, por Aldo Ray y Jules por el impar Peter Ustinov, son tres reclusos fugados de la cárcel de la Isla de Diablo que llegan a una pequeña tienda familiar para robar ropa y dinero que les permita subirse a un barco y huir, y en el mientras tanto convencen al dueño para arreglar el tejado de su casa con el propósito de pasar inadvertidos.

La tienda está en una situación financiera pésima, ya que es la única que vende fiado y mientras están allí, notan que el techo tiene una gotera y se ofrecen a arreglarlo gratis además de operar como empleados, y tienen un don para ello, vendiendo un juego de cepillos a un hombre calvo y obteniendo los primeros ingresos en efectivo en mucho tiempo.

Se ofrecen a hacer la cena navideña para la familia y la comida tiene mucho éxito pero en verdad no tienen la intención de hacerlo, pero deciden permanecer allí hasta el anochecer, cuando robarán ropa y alimentos para huir en un barco que espera en el puerto, pero Felix, Amelie y su hija Isabelle están en problemas financieros.

Por eso ofrecen sus servicios para ocultar la artimaña demasiado siniestra del trío, Joseph incluso se pone a trabajar estafando a la gente y falsificando registros para que la tienda prospere, pero los tres delincuentes comienzan a cambiar de opinión después de preparar una deliciosa cena navideña para los Ducotel hecha principalmente con productos robados. (Amazon Prime Video)

En 1989, Neil Jordan hizo una remake con Robert De Niro y Sean Penn como protagonistas.
 
"Todo el año es Navidad" (1960)

En la segunda mitad de la década del 50, cuando Canal 7 ya comenzaba a producir series semanales en sus viejos estudios de la calle Posadas, se presentó "Cuatro autores para Navidad", con episodios protagonizados por el recordado Raúl Rossi, escritos por Hugo Moser, Abel Santa Cruz, Rodolfo Tahado y Horacio Meyrialle y este último tomó la posta para luego respaldar "Todo el año es Navidad", primero en televisión y en 1960 en cine, con dirección de Román Viñoly Barreto.

Cada episodio remataba con la célebre frase dicha por Rossi "Y bueno... es que todo el año es Navidad".

Los cuentos con eje en Papá Noel que baja del más allá para intervenir en historias de diferentes personajes a los que fuerza a recapacitar acerca de temas que son claves pero que todos parecen mirar de soslayo, abrevan en el celebérrimo "Cuento de Navidad" de Dickens pero también en la versión libre de Capra, temas que sirvieron como base de los relatos "El hermano", "Una mujer", "Cobardía",  "El angelito" y Violencia", todos con la firma de  Meyrialle.

El elenco incluye a figuras de registros muy diferentes entre sí, como Carlos Estrada, Olga Zubarry, Leonardo Favio, Nelly Meden, Ricardo Castro Ríos, Elcira Olivera Garcés, Narciso Ibañez Serrador, Pepita Serrador, Juan Carlos Altavista, Rodolfo Ranni, Miguel Ligero, Silvia Nolasco, Eduardo Muñoz, Juan Buryua Rey y Josefa Goldar, mientras que la música fue compuesta por Tito Ribero y la fotografía registrada por Antonio Merayo.

 
"Plácido" (1961)

La ópera prima del español José Luis Berlanga, un cineasta con una mirada corrosiva de usos y costumbres de su país es considerada una de sus mejores obras, que además de experimentar a proezas técnicas y estéticas (largos planos secuencia entre muchos personajes y acciones), cuenta con memorables trabajos actorales que merecieron una candidatura al Oscar.

La primera idea, inspirada por una campaña del franquismo versionada por el director junto a Rafael Azcona, trataba de un banquete navideño en el que los ricos invitaban a los pobres, los primeros se comían las pechugas de los pollos y los segundos las alitas, y se titulaba "Siente un pobre a su mesa", pero los censores de entonces no lo autorizaron.

El elenco del filme está encabezado por José Luis López Vázquez como el empresario Quintanilla, secundado por Cassen como Plácido, Manuel Alexandre, Luis Ciges y Amparo Soler Leal.

En una pequeña ciudad provinciana, un grupo de beatas de la caridad organizan una singular campaña navideña (según el mismo lema de la auténtica franquista), y para buscar un sponsor recurren una marca de ollas y se invita a un grupo de artistas de poca monta vinculados a un profesor madrileño que son recibidos con entusiasmo en la estación ferroviaria.
 
La jornada se completa con una cabalgata, una subasta pública de los convidados y una cuidada transmisión radial mientras que el encargado de organizarlo todo es Quintanilla, quien contrató a Plácido un pobre hombre que debe ayudar con su motocarro recién comprado, pero lo complejo de lo que le piden le impide abonar a tiempo la primer cuota que justo vence esa noche.
 
El hombre intenta por todos los medios terminar y cobrar por su trabajo, pero inesperados incidentes, cuando un mendigo sufre una angina de pecho durante la cena lleva a la comitiva a trasladarlo todo allí donde le dan techo y descubren que el moribundo vive en concubinato con otra indigente y deciden improvisar una boda para que la muerte no lo sorprenda en pecado.
 
"Duro de matar" (1988)

¿Quién no recuerda la singular Navidad movidita de este exitoso filme de John McTiernan? En su paso por las salas tuvo millones de espectadores que que crecieron en todos los formatos que se inventaron desde entonces que ahora repite en las plataformas, y marcó todo un momento en el género thriller y acción, además de imponer la figura de Bruce Willis, el policía protagonista.

En la ciudad de Los Ángeles, en vísperas de una cena navideña, un grupo no identificado se apodera del emblemático rascacielos Nakatomi Plaza, tomando a un grupo de personas como rehenes y solo el policía neoyorquino John McClane consigue escapar del acoso terrorista y se enfrentará a los secuestradores porque es la única esperanza de su esposa y el resto de las víctimas.

La lucha del policía neoyorquino y la docena de hombres enemigos será memorable, en medio de ese universo decorado e iluminado para la fecha que de la esperanza de un buen brindis pasa a la de tener un desenlace en la que los "buenos" sobrevivan a los disparos y lo peor que cualquiera pueda imaginar a medida que pasan las más de dos horas de duración.

“Básicamente me molestaba que hubiera terroristas", le confesó McTiernan a Diego Brodersen (Página/12) en el último Festival de Mar del Plata. Agregó que "El terrorismo no es divertido, nadie se siente bien con ellos, ni siquiera cuando los destruyen en una película. Fue entonces que le propuse transformarlos en simples ladrones, porque a todo el mundo le gusta un buen ladrón". (Disney +)
 
"Mi pobre angelito" (1992)

Hasta el estreno de "El Grinch", ocho años después, fue la película navideña más taquillera de la historia y no es casual, porque la trama contada por John Hughes y dirigida por Chris Columbus acerca de un niño al que sus padres olvidan en casa cuando salen apurados de viaje familiar a París y debe enfrentarse a típicos asaltantes de viviendas vacías, atrapa de principio a fin.

Si bien algunos la consideran la mejor película de temática navideña de todos los tiempos, esa definición suena excesiva. Se trata de una excelente comedia pero no más que eso: las peripecias a las que se ven sometidos por el pequeño interpretado por Macaulay Culkin -cuando filmó la película tenía 11 años- estos dos ladrones un poco torpes interpretados por Joe Pesci y Daniel Stern son inolvidables.

Aun así, a pesar de la cantidad de trampas tendidas, Harry y Marv no ceden en sus pretensiones y terminan atrapando a Kevin en una casa vecina, por lo que los hampones se deciden a darle una lección por las múltiples trampas que les hizo.

De alguna forma la trama tiene relación con las típicas situaciones de sometimiento que algunos personajes de los dibujos animados les hacen vivir a los villanos (por ejemplo en los célebres cortos de la Warner) que permitieron una relación empática tanto de los más grandes como los de los chicos más o menos de la edad del protagonista. (Amazon Prime Video)
 
"El extraño mundo de Jack" (1993)

La película de animación stop-motion (cuadro a cuadro, de muñecos) y musical de tono "dark", dirigida por Henry Sellick, con guión y producción de Tim Burton, marcó un momento revolucionario en cuanto a este tipo de obras con un extraordinario trabajo artístico, más todavía por su contenido y el respaldo de un sello como Disney hasta entonces principalmente infantil.

Jack es un curioso ser que vive en Halloween Town, un lugar lleno de criaturas fantásticas. Cansado de organizar la celebración de Halloween cada año, decide vagar por el bosque y cruzar un portal, donde se encuentra con la Ciudad de Navidad. Fascinado por las festividades, intenta convencer a los habitantes de su pueblo de secuestrar a Papá Noel.

“Cada Navidad veía cosas como Rodolfo, el reno de la nariz roja o el Grinch robaba la Navidad. Eran mis especiales de Navidad favoritos. Luego cuando fui a trabajar a Disney, dibujé algo que era lo opuesto a eso. Es como el Grinch al revés, por así decirlo, sobre este personaje que descubre la Navidad y la ama”, confesó el director de "El joven manos de tijera". (Disney +)
 
"El regalo prometido" (1996)

En el filme dirigido por Brian Levant, Howard Langston, encarnado por Arnold Schwarzenegger, es un hombre de familia adicto a su trabajo quien no tiene tiempo para nada ni nadie más, cuando poco antes de la Navidad, no puede llegar a horario a la clase de karate de su hijo, Jamie, a quien le promete compensarlo con el regalo soñado.

El pequeño elige al juguete de moda, el Turbo Man, la figura más cotizada de la temporada. Liz, su esposa, le pregunta por la compra del juguete, el cual lleva varias semanas agotado, forzando a mentirle. La noticia ha alarmado a Howard quien, consciente de las promesas fallidas que le ha dado a su familia y se encuentra desesperado por conseguir el juguete.

Al día siguiente, sus visitas a las tiendas y centros comerciales son infructuosas, no hay forma de encontrar la pieza y además, en su búsqueda, conoce a Myron (Sinbad), un cartero nervioso y agresivo que también busca el mismo regalo. La competencia se volverá una carrera contra el tiempo por encontrar el juguete, cumpliendo una promesa que no puede fallar. (Amazon Primer Video, Disney+)
 
"El Grinch" (2000 y 2018)

En el film con Jim Carrey, dirigido por Ron Howard, según la pluma de Dr. Seuss, los Who (los Quiénes), nativos de Whosville, un pueblo que se le vanta dentro de un copo de nieve, hacen frenéticos preparativos para las fiestas navideñas. Fechas que todos celebran con felicidad y alegría, excepto El Grinch, un ser verde, peludo y solitario, amargado y con un corazón diminuto, que las detesta.

Howard es un director de éxitos, que venía de taquillazos como "Cocoon", "Splash", "Llamaradas", "The Paper" y "Apolo 13" entre más, y recuperando la historia de "How The Grinch Stole Christmas", personaje creado por Dr. Hauss, un escritor y caricaturista estadounidense, conocido por sus más de 60 libros infantiles. No se equivocó: logró recaudar 350 millones dólares en todo el mundo.

Por razones no explicadas fue eliminada del catálogo de Netflix.

En 2018, en 2018 Yarrow Cheney y Scott Mosier dirigieron para el sello Universal una nueva versión con los mismos personajes pero en este caso con los recursos de la animación 3D, en la que el personaje finalmente confiesa que no era realmente la Navidad lo que despreciaba, sino estar solo y descuidado, para finalmente aceptar la amistad de los Who y disfrutar el festejo.

Cheney ya había dirigido "Mi villano favorito" I y II, y también basado en un relato de Dr. Seuss, "El lórax: En busca de la trúfula perdida", mientras que hasta ese momento Mosier se había desempeñado como productor y editor de otros filmes de animación.
 
 
"Felicidades" (2000)

Buenos Aires. El 24 de diciembre de 1999 los vecinos viven una noche con clima bochornoso cuando falta nada más que una hora para las campanadas de la medianoche, mientras circulan unos pocos desesperados por las compras de último momento

La clase media argentina en estado crítico insiste en cumplir con una fiesta que perdió casi por completo su sentido religioso, más todavía en una ciudad que parece no tener límites, y que por momentos se muestra completamente triste, solitaria y final.

Reina la idea del lobo estepario, el egoismo, la sospecha y también la violencia, donde tres personas quienes que se encuentran pretendiendo ser mejores, unidos y felices en busca de celebrar que, por lo contrario, terminan mucho peor de lo imaginado.

Así sorprendió al público Lucho Bender, un joven director de aquel epílogo del siglo 20 con su ópera prima, una pintura de viditas de perdedores, de criaturas a la deriva en una ciudad que en esa medianoche se muestra más a la deriva que nunca.

Luis Machín, Gastón Pauls, Silke, Alfredo Casero, Pablo Cedrón, Cacho Castaña, la española Silke, Carlos Belloso, Marcelo Mazzarello, Fabián Arenillas, Eduardo Ayala, Mariana Arias, Catalina Speroni y más encabezaron el reparto.

Bender, que provenía del cine publicitario y autor del guión con Cedrón y Pedro Loeb, murió el 6 de julio de 2000 a los 47 años dejando trunca la promesa de uno de los directores más prometedores de aquella camada llamada a resucitar el cine nacional.