Empresario Pyme y a cargo de la Confederación Económica de la Provincia de Buenos Aires (CEPBA), Guillermo Siro aseguró el último fin de semana que en la “guerra contra la inflación” planteada por el presidente Alberto Fernández, "las medidas tomadas no son para atacar la inflación, que va a seguir en los mismos niveles” y agregó que en algunos rubros, “como la canasta básica, ya registró un incremento mensual cercano al 9%”.
“Creo que lo que se logró, al aprobar el convenio de pago con el FMI fue borrar todo manto de sospecha de ilegitimidad sobre el préstamo sea borrada y al ser aceptada por el Congreso de la Nación, aceptamos que lo que se debe es lo que el Fondo dice que debemos”, dijo el dirigente sobre el reciente acuerdo lograr con el Fondo Monetario Internacional.
En el tramo final de la nota, habló sobre los 46 años del último golpe militar en Argentina: “Mi viejo se enteró por el diario que todo lo que había trabajado ya no estaba, fue una de sus víctimas anónimas”, manifestó Siro. Lo que se logró, en definitiva, es un refinanciamiento para no caer en default lo que, a nosotros como sector productivo, comienza a darnos algunas certezas, no podíamos seguir pensando en una economía cada tres meses no podemos seguir adelante.
Apoyo al acuerdo
“En realidad, lo que apoyamos es la necesidad de renegociar los pagos porque era imposible desembolsar este año 19 mil millones de dólares. Necesitamos que Argentina comience un proceso de crecimiento sin caer en default. Entonces, o nos sentábamos a acordar cómo dejar para más adelante ese vencimiento (lo cual se hizo) o entrábamos en cesación de pagos, porque no teníamos ni el dinero ni la posibilidad de conseguirlo en el mercado financiero”, dijo el empresario al ciclo “No es lo que parece”, por FM 96.7 de La Plata, acerca de la importancia del acuerdo internacional.
Sin embargo, pese a que desde la entidad que conduce el acuerdo fue bien visto, no significa que haya sido el mejor. “Cuando se retomó el diálogo con el FMI lo aprobamos. Ahora, si me preguntan si fue el mejor acuerdo posible, creo que no, que podría haberse logrado algo mejor”, manifestó Siro y aclaró: “siempre visto desde afuera, obvio, porque quienes no estuvimos en esa mesa de diálogo desconocemos las presiones internas o externas que hubo para lograr ese trato. Lo que está fuera de duda es que se requería el acuerdo, ya que las consecuencias de no acordar, además de la cesación de pagos y la falta de crédito externo para inversiones, eran ver limitadas las exportaciones, iba a dejar de existir la carta de crédito y toda importación debía comenzar a pagarse por adelantado, iban a agravarse los problemas de divisa y, en muchos casos, íbamos a tener un serio problema de exportación de bienes primarios”.
En relación a una consecuencia inmediata, Siro explicó que algún país, integrante del Fondo y amparado en la deuda con ese organismo, “podría negarse a pagar un lote exportado y, como sabemos que el comercio exterior de granos, en Argentina, lo manejan cinco multinacionales, desconfío de la buena fe de las casas matrices de las empresas con sede en el país. “Por lo tanto, no firmar ese acuerdo con el FMI iba a traer un gran número de consecuencias no deseadas”, amplió.
También se refirió a los motivos por los cuales debió recurrirse al FMI y por qué se incrementó la deuda con ese organismo: “perdimos el objetivo del superávit gemelo que tuvimos durante muchos años gracias a la confianza de la gente en la moneda, algo que se dio durante el primer gobierno de Perón y el de Néstor Kirchner, donde no había que pagar una tasa exorbitante para ahorrar en pesos y que el dólar, después de la pesificación asimétrica, logró previsibilidad, por lo cual se pensaba en pesos tanto para el consumo como para el ahorro. A eso hay que volver”.
Inflación
Respecto del paquete de medidas que, diariamente, anuncia el Gobierno para combatir la inflación Guillermo Siro afirmo que “(las medidas) no son para atacar la inflación, que va a seguir en los mismos niveles excepto que la midan únicamente sobre los precios acordados, que habrá que ver si se consiguen esos productos en góndola. Hablamos de 4.7% de aumento en febrero, pero la canasta básica aumentó el 9%”.
“Creo que el punto de partida para empezar a definir las causas de la inflación es la inflación por sector y después atacar esas causas, lo que todavía no se ha hecho. Cuando los funcionarios del Gobierno dicen que la causa es la ambición de algunos sectores se equivocan”, manifestó.
“Es cierto que existe una porción del sector productivo que quiere tener ganancias extraordinarias, pero eso es solo un eslabón de la cadena que genera inflación. El Estado, los impuestos y el nivel de endeudamiento externo también son parte de esa cadena, factores que hacen que en los últimos cuatro años, como mínimo, tengamos un proceso inflacionario del 50% anual, proceso que este gobierno no pudo parar”, sumó.
El campo
Como Presidente de CEPBA, Siro aseguró que la relación con entidades como la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (CARBAP), “es excelente, aunque trabajemos en distintas agendas, la agenda agropecuaria es muy específica y nosotros, como industria, acompañamos lo que debemos acompañar porque hay materias en las que no tenemos puntos en común”.
“Su agenda es distinta y hoy su problema pasa tanto por las retenciones como por el tipo de cambio, hay que entender que el dólar para el campo y para el agroexportador, se traslada después al consumidor. Esas cinco empresas que tienen posición dominante en el mercado de granos la hacen valer y por eso también tenemos que empezar a trabajar en programa de política comercial que abarquen por lo menos 20 años, pensando en tecnología nacional para el sector agropecuario como política de Estado para seguir siendo eficiente en un sector de producción primaria”, explicó.
En cuanto al aumento de las retenciones, Siro dijo que “es preguntarse para qué se hace este esfuerzo extraordinario”. “Por ejemplo, en el tema del transporte, en los convenios colectivos para que no suba demasiado la media de la negociación le pagábamos a los camioneros todos, la sociedad en conjunto, los aportes patronales”, ejemplificó.
En cuanto a las posibles soluciones, el dirigen Pyme se refirió a la posibilidad de plantear “políticas y fondos anticíclicos”.
“El Estado debe desarrollar políticas y fondos anticíclicos y el incremento de la materia prima para los molinos harineros por la guerra de Europa es un problema cíclico. Hay que preguntarse a quién le van a dar esa harina a un precio menor. En las panaderías tenés cerca de un 60% de mercado informal y solo alrededor del 40% paga sus impuestos. ¿Le van a seguir dando a aquellos que no pagan impuestos o van a buscar a aquellos que tienen todo en regla y a sus empleados en blanco? ¿Son esos los que van a acceder a la materia prima? ¿En cuánto incide la harina en el precio del pan, en el 20%..? ¿Qué hacemos con el otro 80%? La levadura, la grasa, la luz, el empleado… ¿cómo trabajamos eso?”, se preguntó.
En esto también hubo críticas a parte del Gobierno: “creo que hay funcionarios a los que les falta recorrido en la actividad privada, que no conocen cómo se manejan las variables desde la práctica, que solo saben la teoría muchas veces alejadas de la realidad”. “En mi caso particular, además de los títulos universitarios, lo que me dio el verdadero conocimiento son esos 38 años de actividad en la calle, en el comercio, viviendo la realidad y cada una de las crisis por las que pasamos.
Se necesita sentido común más que teoría, hay que empezar a desarrollar productos que no destruyan la mesa de los argentinos”, dijo Siro.
Futuro
“En Cegba estamos trabando en un plan para los próximos 50 años, aunque nosotros no estemos. Lamentablemente se destruyen generaciones en el camino, mi papá trabaja pensado que ese trabajo rendía sus frutos y era su motivación. Nosotros, en cambio, trabajamos y planificamos para ver cómo al poco tiempo eso cambia y volvemos a planificar y a empezar. Es muy complejo”, manifestó Guillermo Siro respecto de lo que vendrá.
En referencia a la responsabilidad de cada actor en el proceso inflacionario, el dirigente afirmó: “sabemos que el nivel de endeudamiento en pesos de las provincias y los municipios es alto y hacen que la inflación esté en los dos dígitos y no va a bajar, porque sino esas deudas se harían impagables. Pero nosotros, las Pynmes, no somos las responsables de la inflación, si hay empresarios que cuando ven la oportunidad de ganar el doble lo hacen, pero no es el malo de la película, hay que trabajar para que tenga la oportunidad de hacerlo sin perjuicio del resto de la sociedad”.
“Todos tenemos responsabilidad, porque cuando un cliente va y compra sin factura lo que hace es trasladarle la presión tributaria al que sí paga sus impuestos. Por eso digo que tenemos que trabajar para que de a poco, construyamos una economía normal, sabiendo qué y cuánto tenemos que pagar”; dijo para redondear al concepto.
24 de marzo
Tanto dirigentes de la Confederación General Económica (CGE) como de la Confederación Empresaria de la República Argentina (CGERA) fueron perseguidos por no estar de acuerdo con el Golpe cívico militar ocurrido el 24 de marzo de 1976 y aunque no todos fueron víctimas de asesinato o torturas, fueron “víctimas anónimas” por el régimen y su política en materia económica.
Sobre esto, Guillermo Siro contó su vivencia: “Mi papá tenía una agencia de Rastrojeros, era presidente de la Asociación de Concesionarios en los ’70 y un día se enteró por el diario que el Rastrojero dejaba de fabricarse. Ese día vi en la cara de un hombre de 58 años el fracaso de toda su previsión, de todo su esfuerzo. Vi cómo perdía sus sueños y su proyecto de vida, con 48 empleados a cargo a los que había que pagarles el sueldo, había que pagar impuestos y teníamos un crédito. En dos años y producto de la depresión, se murió. Fue una de las tantas víctimas anónimas de ese golpe de Estado que destruyó el país en muchísimos sentidos”.