Por primera vez, el Vaticano da a conocer sus bienes y estado financiero
Más de cinco mil propiedades repartidas por el mundo forman parte de los bienes dependientes de la Santa Sede, según se desprende un informe dado a conocer en los últimos días. Este cálculo no incluye a las embajadas en los distintos países
En un mensaje dirigido a la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en junio de este año, el papa Francisco había afirmado que la propiedad privada es un derecho natural pero "secundario" que depende de un derecho primario, que es “el destino universal de los bienes”.
Esas declaraciones fueron blanco tanto de elogios como de críticas y puso la mirada en cuantos bienes tenía el propio Vaticano y qué hacía con ellos.
Luego de una investigación ordenada por la propia Santa Sede, por primera vez, se da a conocer cuántas propiedades inmobiliarias tiene. Este dato forma parte de dos documentos: un estado financiero, ordenado en 2020 por el propio Vaticano, y el primer presupuesto público para la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica (APSA).
El organismo (APSA) es una suerte de oficina de contabilidad general, que también administra bienes inmobiliarios e inversiones, paga salarios y actúa como oficina de compras y departamento de recursos humanos. Entre los dos documentos, el Vaticano publicó más de 50 páginas de material financiero.
El presupuesto de APSA comprende unas 30 páginas y allí se detalló que el Vaticano tiene 4.051 propiedades en Italia y unas 1.120 propiedades en el extranjero. En este cálculo no se incluyeron sus embajadas repartidas en todo el mundo. De las propiedades que el Vaticano posee en Italia, solamente un 14% se alquilaron a tarifas de mercado. Las restantes, se alquilaron a tarifas reducidas, muchas de ellas incluso a empleados de la Iglesia. Alrededor del 40% corresponden a edificios institucionales como escuelas, conventos y hospitales.
En la mencionada documentación también se detalló que hay propiedades en calidad de inversiones en zonas de lujo de ciudades europeas como Londres, Ginebra, Lausana y París. En South Kensington (Londres), hay un edificio que generó enormes pérdidas después de que la secretaría de Estado del Vaticano lo comprara como inversión en 2014. De hecho, el martes 27 de julio próximo, el Vaticano da inicio un juicio a las diez personas involucradas en esa compra. Entre esos diez está incluso el cardenal Angelo Becciu. La acusación incluye cargos por malversación de fondos, lavado de dinero, fraude, extorsión y abuso de poder.
En 2020, el papa Francisco transfirió el control de sus fondos a la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica (APSA), con la supervisión de la SPE. Antes estaban en manos de a la Secretaría de Estado del Vaticano. El documento presentado mostró un déficit de 64,8 millones de euros en 2020, frente a un déficit de 79,2 millones de euros en 2019.
El presupuesto de la Santa Sede incluye la administración central de la Iglesia Católica Romana, conocida como Curia, que supervisa el gobierno de la iglesia mundial de 1.300 millones de miembros, sus representaciones diplomáticas globales y las operaciones de los medios de comunicación.
La Ciudad del Vaticano, incluidos sus museos vaticanos y el banco del Vaticano, tiene un presupuesto separado.