Desde la Legislatura bonaerense repudiaron las declaraciones de Bianco
El Jefe de Gabinete provincial comparó a la oposición con las ideologías totalitarias y nazifascista. “Banaliza la mayor tragedia humanitaria del siglo XX, el holocausto, la persecución ideológica y las atrocidades del régimen nazi”, dijo el senador De Leo.
A través de un proyecto de declaración ingresado este jueves en la Cámara de Senadores de la Provincia, autoría del legislador Andrés De Leo y acompañado por sus pares de bancada de Juntos por el Cambio, repudiaron las expresiones proferidas por el Jefe de Gabinete del gobierno de la Provincia de Buenos Aires, Carlos Bianco, quien equiparó a la oposición con ideologías totalitarias y/o de orientación nazifascista.
La iniciativa surgió a partir de las declaraciones expresadas por Bianco, quien había dicho que una parte de la oposición política “ni siquiera está empujando una cuestión de odio entre los argentinos, sino que me parece que dio un salto que ni siquiera el fascismo, el nazismo o alguna autocracia europea se animó a hacerlo, que es odiar al país’” buscando respaldar opiniones expresadas por el Jefe de Gabinete del gobierno nacional Santiago Cafiero, en el marco del Consejo Multisectorial de la Juventud.
Al respecto, el senador provincial Andrés De Leo señaló que la afirmación de Bianco, “gesta una banalización total de la mayor tragedia de la humanidad del siglo XX, dada su comparación o asimilación con el posicionamiento político adoptado por la oposición nacional y/o provincial sobre cuestiones políticas de índole doméstico argentino”.
“Su comparación con las acciones concretas que el nazismo desplegó en los años ’30 y durante la Segunda Guerra Mundial, se posiciona como un cabal desconocimiento sobre las gravísimas implicancias y consecuencias de estas ideologías, que causaron la muerte a millones de seres humanos”, amplió el legislador.
“La descalificación a la oposición realizada por el Jefe de Gabinete–continuó De Leo-, a su vez revela su poco apego al debate democrático, confundiendo las diferentes opiniones de ciudadanas y ciudadanos en un Estado libre, republicano y democrático, con la única intención de silenciar voces críticas”.
Finalmente, De Leo señalo que “este tipo de actitudes son compatibles únicamente con escenarios de hegemonía política y no con la construcción de valores democráticos, donde la capacidad de disentir debe ser valorada y no reprimida”, concluyó De Leo.