Aún con la curva de contagios en descenso, el número de fallecidos confirmados diariamente por el sistema sanitario público no desciende y enciende alarmas en la población. La carga de datos, a veces demorada, no explica por sí misma estas diferencias y así lo explicó la médica infectóloga Leda Guzzi (MN 108630)
“Sin dudas que cada fallecido es un dolor muy grande para la sociedad, pero es necesario aclarar que el número de decesos sigue una curva diferente a la de la enfermedad y lleva un retraso de entre tres y cuatro semanas, tomando el pico de casos y el pico de fallecidos”, aseguró una de las profesionales que integra el equipo consultivo del Ministerio de Salud provincial. “Esto es algo que se vio en cada momento epidemiológico por el que atravesó el país y se ve también ahora: que el número de pacientes en terapia intensiva y los fallecimientos informados corren por detrás del número de contagios diario”, amplió a “No es lo que parece”, de FM 96.7 de La Plata.
En relación, precisamente, a la curva de contagios, Leda Guzzi aseguró que el número de casos “viene bajando, pero el de fallecidos siguen muy alto, acompañando el pico de casos que se dio hace tres semanas”. Sin embargo, “en la medida que los casos sigan bajando, aunque con algún delay, vamos a tener también una baja en el número de muertes, lo mismo que el de los internados en terapia intensiva”, afirmó.
Evolución de la enfermedad
Para dejar en claro cómo deben leerse los números que diariamente se hacen públicos, Leda Guzzi explicó: “desde que se tiene diagnóstico, después de que una persona se infecta, el agravamiento del cuadro se da en alrededor del 20% de la población y la internación, entre diez y quince días después del inicio de síntomas. El paso a terapia intensiva por agravamiento, que tampoco se ve en todos los pacientes sino en el 5%, se da entre las tres y cuatro semanas a partir del diagnóstico. Si la persona requiere respirador, la tasa de fallecimiento es muy alta (ronda el 50%) y sucede entre las cuatro y seis semanas a partir de la fecha de inicio de síntomas. Por eso no nos sorprende que, aun bajando los casos, el número de fallecidos sean muy alto”.
El COVID19 y sus variantes
“Estamos ante un virus que es mucho más contagioso y de mayor severidad clínica, producto de las nuevas variantes, que el que conocimos como origen de la pandemia”, aseguró la infectóloga Leda Guzzi, a la par que lo describió como un vector que tiene “mucha más transmisibilidad y provoca cuadros más severos incluso en personas jóvenes, en las que estamos viendo cuadros de neumonía bilateral, internaciones en sala y en terapia intensiva más frecuentes”.
“Las variantes, también, reducen la eficacia de las vacunas en términos de contagio, no en términos de prevención de formas graves”, aclaró la médica infectóloga y enfatizó que las vacunas “siguen previniendo las formas graves de la enfermedad y reduciendo significativamente las personas hospitalizados; aunque fallan un poco en evitar el contagio. Las infecciones siguen sucediéndose”.
La inmunización
“El tenemos muy claro que la persona que transitó el COVID19, por 90 días está refractaria a una nueva infección y con anticuerpos que pueden durar entre 8 y 12 semanas. El número de anticuerpos después cae, pero eso no significa que la persona haya perdido las defensas”, adelantó Guzzi para luego explicar que, después de la enfermedad, “quedan células de memoria inmunológica, capaces de despertarse ante un nuevo estímulo como una nueva infección o la vacuna, generando respuestas inmunológicas en el organismo. Es verdad que la reinfección existe y está documentada, pero no es lo más frecuente”.
Segundas dosis
“La prioridad es abastecer al mercado interno”, fue el comunicado que emitió el Kremlin el pasado 23 de junio, dando a entender que los países que habían comprado y aplicado las primeras dosis de Sputnik V, deberían esperar para hacerse con la segunda.
Aunque se garantizaba la provisión, no se precisaron los plazos de entrega y eso fue una preocupación para muchos, que estaban ya el borde de los 90 días de aplicación.
“Todas las vacunas que hay en el mundo y que tenemos también en Argentina ofrecen un nivel de protección muy alto, aún con una sola dosis”, comenzó a explicar la médica infectóloga Leda Guzzi, que detalló: “en el caso de Astra Zeneca, por ejemplo, le efectividad con primera dosis ronda el 70%, lo mismo que Sinopharm mientras que Sputnik V, oscila en el 80%”, completó.
“Más allá de estos números -continuó-, todas las vacunas son altamente eficaces para prevenir hospitalizaciones, reduciendo las formas graves y la tasa de mortalidad de la enfermedad”.
¿En cuánto se reduce? “Alrededor del 80% de las formas graves, incluso en los estudios de mortalidad realizados, con modelos de proyección matemáticas, en personas vacunadas con una sola dosis hay una importantísima reducción de la tasa de mortalidad”, respondió Guzzi.
La estrategia de vacunar a la mayor cantidad de personas posibles con una sola dosis de vacunas, cualquiera sea su procedencia, no es caprichosa. “Esto es un concepto de salud pública”, adelantó Leda Guzzi, que luego amplió el concepto: “esto se hace para alcanzar a la mayor parte de la población, dándole algún nivel de protección e inmunidad que los ayude a hacer frente al virus. Siempre es mejor tener más personas con una dosis aplicada que un menor número de la población con el esquema de dos dosis completo”.
En esta estrategia, explicó la médica, “no solo hay un beneficio individual (para la persona que recibe una dosis), sino que el beneficio es colectivo, ya que cuanta más gente haya con al menos una dosis, más efecto de cortafuegos alcanza la vacuna, bloqueando la circulación del virus”.
En referencia a las segundas dosis, Guzzi aseguró que, en el escenario actual, “las personas que se dieron primera dosis de Astra Zeneca o Sinopharm están completando el esquema de vacunación, ya que las vacunas están llegando”.
La infectóloga también llevó tranquilidad a aquellas personas que, aún excedido el tiempo de la segunda dosis, “también van a completar el esquema de vacunación”.
“De la Sputnik V ya llegaron a la Argentina componentes y, además, el segundo componente se va a fabricar localmente. Como dijimos, es tan alta la eficacia de esta vacuna que hay que estar tranquilos. Si pasaron 95 días desde que se recibió la primera dosis nadie va perder la inmunidad”, amplió.
Para cerrar el concepto, Leda Guzzi aseguró que, como afirmó la ministra Carla Vizzotti, “los calendarios y esquemas de vacunación se van a completar. Es un objetivo del Ministerio de Salud y hay que estar tranquilos. Con una dosis, con dos o sin vacuna, es necesario seguir cuidándose, eso debemos tenerlo todos en claro”. (Cadena BA)