“Los números sepultan la grieta: el 90% de los argentinos manifiesta querer vacunarse”
La discusión por las vacunas parece más terreno de la política que de la sociedad y así lo muestra el último estudio de la consultora Zuban-Córdoba. La emotividad como factor relevante en la toma de decisiones también es otro aspecto analizado en esta encuesta.
Según las conclusiones a las que arriba el último estudio realizado por el Estudio Zuban Córdoba y Asociados, la gran mayoría de los argentinos manifestó su voluntad de vacunarse y sólo apenas un 7,5% de los consultado dijo que no lo haría, manifestando muchos también sus preferencias por qué producto se inocularían.
“Han cobrado tanta importancia que la clase política les atribuye pertenencias ideológicas, la ciudadanía opina sobre sobre marcas y efectividad y los medios ofrecen información que no siempre aclara el panorama”, dice el resumen ejecutivo del informe, datos que se plasmas en números: si hubiera huna elección entre vacunas, la Sputnik le ganaría claramente a la de Pfizer 42,7% a 34,4%.
“Los resultados de nuestra última encuesta arrojan dos grandes datos importantes para la política: el primero es que el 90% de los argentinos manifiesta su voluntad de vacunarse y eso es un dato absolutamente relevante, porque liquida la grieta y sepulta todos los discursos negadores y anti-vacunas. Hoy solo el 7% de la población está planteando que no se pondrían ningún tipo de vacunas, lo cual habla a las claras de que el proceso vacunatorio, en la medida que haya vacunas, va a gozar de muchísimo éxito”, explicó el Director de la consultora, Gustavo Córdoba.
En diálogo con “No es lo que parece”, el consultor ofreció también una explicación acerca del segundo dato relevante de la encuesta: la caída en los niveles de aprobación de la gestión del Gobierno.
“El nivel con el desempeño del gobierno nacional tiene márgenes cada vez más ajustados y se ve una mayor desaprobación de la gestión presidencial, en torno al 55,4%. La percepción de que la comunicación no es la acertada también es mayoritaria (60,3%) y cuando empezamos a analizar si el manejo de la política económica es acertado, también hubo un sentimiento contra esa idea (67,4%)”, refirió Córdoba al ciclo de FM 96.7 de La Plata.
“Las perspectivas con bastantes complejas para el gobierno, que afrontará un difícil desafío electoral en noviembre”, remarcó.
La imagen de los dirigentes políticos
Números relativamente “calmos” siguen mostrando la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner (37,5% de aprobación, 60,2% desaprobación) y el ex presidente Mauricio Macri (39,2% de aprobación, 56,7% desaprobación), mientras que sube la imagen negativa del Presidente del Congreso, Sergio Massa (llega al 61,8%) y sube la positiva del Jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta (alcanza el 59,5%))
Los números personales del Presidente Alberto Fernández, en tanto, cayeron alrededor de 10 puntos desde enero de este año y hoy se ubican en un 43,1% de aprobación y el 55,8% de desaprobación.
En relación a la gestión económica, el 14,1% de los consultados de manifestó “muy de acuerdo” con las políticas del gobierno mientras que “nada de acuerdo” se pronunció el 54,4%. En el medio, el 16,8% dijo estar “algo de acuerdo” y el 13% “poco de acuerdo”.
La emotividad como factor decisorio
“En términos concretos, siempre se usó el racionalismo para tratar de identificar qué hay detrás de cada acción de las personas, ya sea para averiguar por qué votábamos como votábamos o por qué comprábamos determinado producto o adquiríamos determinados bienes o servicios; siempre había un componente racional en esta cuestión”, dijo Gustavo Córdoba como introducción a un componente analizado en la última encuesta: cuánto pesa la emotividad en las decisiones.
“Hoy se está estudiando acerca de la emotividad, de las emociones como componente en la toma de decisiones”, aseguró y agregó: “el 80% de los argentinos hoy nos consideramos agrietados, intolerantes, egoístas e impacientes. Este es un dato de altísima relevancia y que sin dudas tendrá impacto en el futuro cercano; quiere decir que hasta lo que se hace bien nos cae mal, hay un malhumor generalizado del cual tendría que tomar nota la política”.
En números: el 39,5% de los consultados ve a la sociedad “agrietada”, el 25% la considera “egoísta” y el 16,9% la ve “impaciente”. Del lado de las “cualidades”, solo el 7,3% de los encuestados analizó al conjunto como “paciente”, el 6,3% consideró que la sociedad en “solidaria” y apenas un 2,9% la ve “unida”
“Hay un gran desacople entre lo que la gente percibe como los principales problemas y lo que la política ve como los más importantes. Por eso la emocionalidad es cada vez más relevante a la hora de tomar decisiones”, concluyó Gustavo Córdoba. (Cadena (BA)