
La sesión conjunta del Congreso de Estados Unidos se convirtió este miércoles en el campo de batalla final de los aliados del presidente saliente Donald Trump y todos aquellos que reconocieron la victoria electoral del demócrata Joe Biden en los comicios de noviembre pasado, luego que un grupo de republicanos extendieran con objeciones lo que debería haber sido un trámite y avivaron la tensión en las calles de la capital, donde manifestantes chocaron la Policía e irrumpieron en el Capitolio.
Las autoridades del Congreso cerraron el edificio y suspendieron la sesión de ambas cámaras, luego de que miles de simpatizantes del mandatario saliente Donald Trump rompieran el cerco de seguridad, tomaran las escalinatas y la entrada del Capitolio y hasta ingresaran a los recintos de las dos cámaras.
La alcaldesa demócrata de la ciudad de Washington, Muriel Elizabeth Bowser, decretó que en la capital de Estados Unidos regirá toque de queda a partir de las 18 (las 20 en la Argentina), a raíz de los disturbios, informó la agencia de noticias AFP.
Las quejas republicanas
Con una expresión muy seria, el vicepresidente, Mike Pence, presidió la sesión conjunta de las dos Cámaras, en la que los legisladores debían contar y confirmar estado por estado los votos del Colegio Electoral, el órgano que elige formalmente al inquilino de la Casa Blanca.
Sin embargo, al poco de empezar, decenas de legisladores republicanos objetaron los votos del Colegio Electoral del estado de Arizona, lo que obligó a que cada cámara sesione por separado y empiece un debate largo, en el que aunque los aliados de Trump no tienen los votos, retrasó por horas la certificación.
El argumento utilizado por los republicanos en el caso de Arizona es que el resultado electoral, que definió los votos del Colegio Electoral, debió ser certificado por el Poder Legislativo del estado, no el Poder Ejecutivo, pese a que eso no aparece en la Constitución local ni fue un reclamo en elecciones presidenciales anteriores.
"Los estadounidenses sabían desde el principio, de manera instintiva, que algo estaba mal con estas elecciones. El tipo que no salió casi de su casa desde que ganó las elecciones, ¿cómo puede ser?", reclamó el congresista republicano Jim Jordan, quien dio como otro argumento que más gente fue a los actos electorales de Trump que a los de Biden.
Las razones demócratas
Desde la bancada demócrata, el discurso fue igual de encendido: "si el Congreso elige al nuevo presidente, entonces no necesitamos un Colegio Electoral ni mucho menos elecciones presidenciales", sentenció la congresista Zoe Lofgren al resumir el rechazo de su partido.
En el Senado, en tanto, la pulseada era aún más dramática ya que el líder de la bancada republicana le pedía a sus correligionarios que aceptaran el resultado y abandonaran las objeciones.
“Si revertimos la decisión de los votantes, eso dañará a la República para siempre”, aseguró el dirigente republicano más poderoso en el Congreso, Mitch McConnell, que por estas horas se juega su rol como líder de la mayoría, si su partido pierde el segundo balotaje en Georgia y el control de la cámara alta federal.
Fuente: Télam